¿Qué nota tiene la empresa en la que inviertes? Un repaso a la calificación crediticia

28/03/2023
¿Qué nota tiene la empresa en la que inviertes? Un repaso a la calificación crediticia

Las agencias de calificación crediticia evalúan a las compañías y ayudan a los inversores a comprender mejor el riesgo al que se enfrentan

La puntuación es uno de los recursos más útiles para el ser humano. Los colegios y universidades evalúan el conocimiento de sus alumnos a través de las notas. Los alimentos están etiquetados en función de su calidad nutricional. Los vehículos disponen de pegatinas que reflejan las emisiones que generan. Incluso los hoteles se rigen por un sistema de estrellas, que indica los servicios con los que cuentan sus habitaciones. Y la calificación crediticia es un ejemplo más.

En pocas palabras, la puntuación representa de forma rápida y visual la calidad de un determinado producto o servicio. Sintetiza en una letra, un número o un color asuntos muy complejos, facilitando su comprensión para el público general.

La calificación crediticia, popularmente conocida como rating, es una puntuación otorgada a las empresas en base a su historial crediticio. Esta valoración resume la capacidad de la compañía para devolver los préstamos y hacer frente a sus deudas. Es fruto de un análisis exhaustivo realizado por agencias de rating, que estudian su solvencia y la posibilidad de impago a sus inversores.

Aunque generalmente la calificación de crédito incumbe a las organizaciones, también podría aplicarse a las personas físicas o a los países que emiten deuda.

¿Para qué sirve la calificación crediticia?

La calificación crediticia se otorga tras un estudio intensivo de la situación financiera del negocio en cuestión, en el que se analizan todos sus activos y pasivos.

Gracias a ella, los inversores disponen de más información para tomar las decisiones de inversión. Y es que con el rating pueden comprobar con facilidad si la empresa les podrá devolver el préstamo sin problema o si, por el contrario, esta puede encontrarse con ciertas dificultades para reembolsarles el dinero.

En resumen, la calificación crediticia funciona como una especie de guía, que alumbra el camino de las personas interesadas en la inversión y las orienta en la búsqueda de una compañía que se adecúe a sus necesidades, reforzando la honestidad y la transparencia del sistema financiero.

Los ahorradores son los principales beneficiarlos de este sistema, pues acceden a una información sumamente valiosa, que les ayuda a tomar conciencia del riesgo que asumen al iniciar cualquier operación y a diseñar sus estrategias de inversión.

No obstante, hay que tener presente que no todos los factores que influyen en la calificación crediticia dependen de las actividades y la dirección de la propia organización. Existen algunos elementos externos que pueden elevar o socavar la puntuación, como el sector al que pertenece el negocio, que puede estar en pleno auge o, en cambio, encontrarse en crisis.

El papel de las agencias de calificación crediticia

El rol desempeñado por las entidades de rating entraña una importancia crítica. Estas firmas deben ser imparciales, para garantizar su objetividad y evitar que posibles intereses personales o económicos deriven en una alteración de la nota final. A fin de cuentas, si esta no se ajusta a la realidad, se está engañando a los inversores. Por consiguiente, resulta crucial priorizar su independencia.

Estas compañías asumen una gran responsabilidad, puesto que sus valoraciones estimulan o desincentivan la inversión. Su influencia es muy notable, por lo que deben emitir un juicio veraz y justo.

Para ello, recopilan toda clase de información sobre la empresa que ha de ser auditada, examinando todos sus informes y documentos: el balance, el historial de pagos, la cuenta de pérdidas y ganancias, el historial de cotizaciones

Las estadounidenses Moody’s, Fitch Ratings y Standard & Poor’s son tres de las agencias de calificación crediticia de mayor renombre.

Las puntuaciones otorgadas por las agencias de calificación crediticia influyen en las inversiones realizadas por los ahorradores

¿Cómo se mide el riesgo?

La evaluación de los negocios es una actividad muy delicada. No es una tarea que se ejecuta a mano alzada, sino que hay una serie de parámetros que guían a las agencias de calificación crediticia. En función de si la organización estudiada los cumple, la nota obtenida será mayor o menor.

En muchas ocasiones, la valoración se expresa mediante un código alfanumérico. Así, las compañías con las mejores prácticas y menor riesgo obtienen un AAA, mientras que aquellas que se enfrentan a problemas de solvencia con regularidad se conforman con una C.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada entidad trabaja con sus propias escalas. Estas no son estandarizadas. Por tanto, mientras que el 1 es la máxima nota otorgada por algunas, para otras es el primer peldaño de la escalera, y señala un nivel de riesgo muy elevado.

Antes de confirmar cualquier operación es conveniente revisar la escala empleada por la agencia en cuestión. Y es que los ahorradores que están familiarizados con una firma pueden confundirse si consultan las puntuaciones de otra.

Generalmente, cuanto peor sea la calificación, más alto será el interés recibido por el inversor. ¿Por qué sucede este fenómeno? Las empresas tratarán de compensar el riesgo de sus productos ofreciendo una rentabilidad económica más jugosa. No obstante, si la calificación crediticia desciende de un punto concreto, dejará de considerarse una inversión, y la operación entraría en el terreno de la especulación.

Junto con la nota final, es habitual que las firmas incluyan la perspectiva a futuro que han dibujado para la organización. Si esta es positiva, se prevé una mejora de su situación económica. Si es negativa, no hay muchas esperanzas de que remonte, y podría producirse una caída de modo inminente. Si es estable, su salud financiera no sufrirá grandes cambios.

Por último, hay que tener presente que el riesgo de las inversiones a corto plazo no es idéntico al de las inversiones a largo plazo. En las primeras, se prioriza la liquidez del negocio. En las segundas, es preferible poner el foco en su solidez y su solvencia a lo largo de la historia.

La calificación crediticia empleada por Inversa

En Inversa Invoice Market hemos suscrito un compromiso muy sólido con la inversión ética. Por esta razón, incorporamos distintos mecanismos que refuerzan la transparencia de nuestro marketplace.

Para contribuir a la protección de los inversores, trabajamos de forma estrecha con INFORMA y Dun & Bradstreet. Dos agencias conocidas por su independencia que analizan el grado de calidad crediticia de las compañías, ahondando en su capacidad para hacer frente a sus obligaciones.

A nivel nacional, el rating INFORMA clasifica a las distintas empresas según su nivel de riesgo en una escala de 0 a 20. Aquellas con una calificación crediticia superior a 16 no entrañan grandes riesgos, a diferencia de aquellas con una valoración inferior a 7. En estas últimas es más arriesgado inyectar el capital, motivo por el cual en Inversa nos abstenemos de operar con ellas.

A nivel internacional, el rating Dun & Bradstreet categoriza a las organizaciones con una escala de 1 a 4. Cuanto mayor es el número, mayor es el riesgo comercial, por lo que en Inversa no trabajamos con aquellos negocios que obtienen un 4.

Asimismo, la Opinión de Crédito INFORMA D&B, que define el importe máximo de crédito recomendable para invertir en una compañía, resulta de gran utilidad para orientar a los inversores.

Por otra parte, en Inversa llevamos a cabo un análisis de reembolso de cada empresa, basándonos en los datos de nuestra plataforma. Atendiendo a su histórico de reembolso, examinamos el cumplimiento o los posibles retrasos en el pago que haya cometido en el pasado.

También llevamos a cabo un análisis financiero interno, estudiando y verificando de manera concienzuda la información financiera que nos proporcionan los cedentes. Y, al mismo tiempo, una aseguradora audita la solvencia y la situación financiera del deudor en las facturas aseguradas, estableciendo un límite máximo de riesgo.

Una combinación de valoraciones que funciona como un complemento ideal para la calificación crediticia, pues multiplica la información de la que disponen los ahorradores y los protege todavía más de los riesgos de las inversiones.


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