Cómo invertir en divisas: ventajas, inconvenientes y alternativas

05/10/2023
Cómo invertir en divisas: ventajas, inconvenientes y alternativas

Los ahorradores que apuestan por invertir en divisas pueden diversificar su cartera de inversión con otros mecanismos como el crowdfactoring para alcanzar la libertad financiera

¿Es posible invertir el dinero en el propio dinero para generar, a su vez, más dinero?

Aunque esta suerte de metainversión pueda sonar como un disparate, ya es una realidad. Y las decenas de miles de personas que diariamente se dedican a invertir en divisas son la prueba de ello.

Existen una infinidad de productos en los que inyectar el capital para obtener una rentabilidad y alcanzar la libertad financiera: acciones, fondos de inversión, depósitos remunerados, títulos de deuda pública, materias primas… E, incluso, las monedas.

Esta última alternativa no deja de ganar popularidad conforme pasa el tiempo. Basta con echar un vistazo a la Encuesta trienal de los bancos centrales sobre los mercados de divisas y de derivados OTC, realizada por el Banco de Pagos Internacionales de Basilea. En abril del 2022, el volumen medio diario negociado en el mercado español de divisas superó los 39 millones de dólares. Unas cifras que, comparadas con las del 2019, revelan un incremento del 39 %. Y se calcula que a nivel mundial esta cifra se eleva hasta los 7.500 millones de dólares por día.

El mercado Forex, conocido popularmente como el mercado que nunca duerme, permanece abierto de lunes a viernes durante las 24 horas del día. Sin duda, uno de los grandes atractivos para los ahorradores que deciden invertir en divisas y participan de este sistema descentralizado, que ya se ha convertido en el mayor mercado financiero del mundo y se erige como uno de los grandes facilitadores del flujo monetario.

Pero, ¿qué significa realmente invertir en divisas?

¿En qué consiste invertir en divisas?

Para algunos ciudadanos, el mayor contacto con las divisas ha sido cuando han tenido que cambiar su moneda al viajar al extranjero. No obstante, también es posible ganar dinero con estas operaciones. Y el funcionamiento de este mercado no es extremadamente complejo.

Invertir en divisas significa, literalmente, vender la moneda de un país para comprar la de otro. Es una transacción de monedas, en la que se intercambian, por ejemplo, los euros por los dólares estadounidenses.

¿Y dónde radica el beneficio? Pues, al igual que en muchos otros productos de inversión, en la diferencia de precio de las monedas en el momento de la compra y de la venta. Los valores fluctúan de manera constante, y las personas adquieren las monedas con la esperanza de que, en el futuro, su valor ascienda, con el objetivo de venderla por un precio mayor.

Cuando se comparan dos monedas, la que está situada a la izquierda de la ecuación es considerada la moneda base, mientras que la de la derecha es considerada la moneda de cotización. Y con el tipo de cambio se calcula cuántas unidades de la manera de cotización son necesarias para adquirir una unidad de la moneda base.

Pongamos un ejemplo. Si estamos interesados en invertir en divisas y comprar dólares estadounidenses con euros, el precio se expresará mediante la abreviatura USD/EUR, siendo el dólar la moneda base y el euro la moneda de cotización. Aunque su precio varía continuamente, actualmente el tipo de cambio ronda el 1 USD = 0,94 EUR. Es decir, para adquirir un dólar habría que pagar noventa y cuatro céntimos.

Gracias a este mercado, las compañías multinacionales pueden hacer negocios en otros países con mucha más facilidad, mientras que los pequeños inversores tienen una oportunidad para diversificar sus fuentes de ingresos, incrementar sus ganancias y diseñar una estrategia de inversión que refuerce su libertad financiera.

Una inmersión en los emparejamientos de monedas

Antes de comenzar a invertir en divisas es imprescindible estar al corriente de los emparejamientos más populares. Y es que, si bien es posible comerciar con cualquier moneda de curso legal, lo más habitual es intercambiar las más sólidas y las más populares.

Todas las divisas tienen su propia abreviatura, con el fin de facilitar su identificación: el euro (EUR), el dólar estadounidense (USD), la libra esterlina (GBP), el yen japonés (JPY), el franco suizo (CHF), el dólar australiano (AUD) o el dólar canadiense (CAD) o el dólar neozelandés (NZD).

Con estas monedas se producen los emparejamientos principales, dando lugar a pares de divisas mayores como EUR/USD, USD/JPY o USD/CHF. Pero hay un requisito para que una transacción se enmarque en esta categoría: una de las dos monedas tiene que ser el dólar estadounidense.

Los ahorradores que deciden invertir en divisas se pueden enfrentar a un nivel de riesgo muy elevado

A continuación, se encuentran los emparejamientos menores. Todavía se intercambian las otras siete monedas más frecuentes. Pero, en este caso, ya no está presente el dólar estadounidense. Así surgen pares de divisas menores como EUR/GBP, AUD/CHF o JPY/NZD.

Por último, no hay que olvidar los emparejamientos exóticos. Estos incorporan divisas que son más volátiles y que carecen de la fortaleza y la liquidez de las divisas mayores. En esta categoría se encuentran monedas como el peso mexicano (MXN), el afgani afgano (AFN), el dirham marroquí (MAD), el rial catarí (QAR), el dólar de Singapur (SGD) o el dólar de Hong Kong (HDK).

Cuando se habla de invertir en divisas hay que mencionar, aunque sea de forma anecdótica, los emparejamientos regionales, que se producen cuando en la transacción rige un criterio territorial. Los pares de divisas son creados en función de la región geográfica, como es el caso del intercambio de monedas europeas o asiáticas.

Ventajas e inconvenientes de invertir en dividas

¿Qué puede motivar a los pequeños ahorradores a comenzar a invertir en divisas? Existe un conjunto de beneficios que los pueden convencer a iniciarse en esta actividad.

Para comenzar, es una alternativa idónea para rentabilizar los ahorros y alcanzar la libertad financiera, evitando depender de una única fuente de ingresos. Cuando se producen variaciones pronunciadas en los tipos de cambio, las ganancias que reciben los ahorradores pueden ser muy considerables. Y esto resulta clave, a su vez, para diversificar la cartera de inversión y atenuar el riesgo.

Aunque no se puede predecir las subidas y bajadas de las monedas, es posible estudiar los sucesos y las noticias que repercuten en la estabilidad económica de un país y determinar la conveniencia de comprar, mantener o vender las monedas al invertir en divisas. Sin embargo, esto no es una ciencia exacta, e incluso los ciudadanos con conocimientos económicos o geopolíticos pueden errar en sus predicciones.

El mercado de divisas es muy global, y no depende exclusivamente de la estabilidad de una empresa, por lo que se ve menos impactado por algunos reveses económicos. Asimismo, no tiene fronteras: es accesible a todo tipo de personas, que pueden invertir en divisas un martes a las tres de la mañana si así lo desean.

Pero también hay que hablar de la otra cara de la moneda. Las divisas pueden ser muy volátiles, y cabe la posibilidad de que el inversor se enfrente a pérdidas muy sustanciales. Por otra parte, si se quieren comprar monedas poco usuales, como es el caso de las exóticas, hacerse con ellas no siempre es una tarea sencilla.

El factoring, una alternativa a la inversión en divisas

Como hemos visto previamente, al invertir en divisas puede ser tan fácil ganar dinero como perderlo. No se trata, por consiguiente, de un mecanismo repleto de garantías de seguridad, dado que siempre habrá un componente de incertidumbre muy importante.

Entonces, ¿existe alguna alternativa a invertir en divisas con la que rentabilizar los ahorros y potenciar la libertad financiera sin darle la espalda a la seguridad?

Los inversores que están en la búsqueda de una opción con estas características encontrarán en el factoring un instrumento muy atractivo. Mediante este sistema de financiación alternativa, los ahorradores financian las facturas pendientes de cobro de las empresas, entregándoles la cantidad que necesitan en forma de préstamo y recibiendo, a cambio, un interés.

Por lo general, en las operaciones de factoring se negocia con compañías que necesitan liquidez a corto plazo. Por esta razón, muchas concluyen al cabo de uno, dos o tres meses, permitiendo a los inversores disfrutar de ganancias de forma veloz.

Pero, ¿cómo participar de este sistema? Basta con recurrir a plataformas como Inversa Invoice Market. Un marketplace de facturas muy diverso, en el que es posible encontrar a un negocio que se adapte a las necesidades del inversor en todos los aspectos: desde el interés hasta el nivel de riesgo o la fecha de vencimiento.

Hay dos puntos clave que diferencian a Inversa de otras plataformas. El primero radica en su compromiso con la economía real: en esta solución hay multitud de negocios locales y, al invertir en ellos, se contribuye a generar un impacto positivo en la vida de las personas y las comunidades.

Para descubrir el segundo basta con observar la fecha de cobro de los intereses. Estos se envían al inversor tan pronto como se cierra la operación y la compañía recibe el dinero, en lugar de cobrarse cuando llega la fecha de vencimiento. De este modo, cualquier persona puede usar su teléfono móvil o su ordenador para recibir ganancias rápidamente desde cualquier lugar.

Al invertir en divisas, el riesgo asumido por el inversor es muy considerable, puesto que este tiene que confiar en que el precio de las monedas que adquirió aumente. Por la contra, al invertir en factoring, conoce de antemano todas las condiciones, y puede tomar decisiones de inversión más acertadas.


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