La aparición de nuevos métodos de financiación es un verdadero motor para el progreso de la sociedad. Cuanto más amplio sea el abanico de fuentes a las que puede recurrir una compañía en busca de recursos, más probabilidades habrá de que encuentre a un inversor que le brinde su apoyo económico. Por tanto, los negocios deben desenvolverse con éxito en este incipiente contexto empresarial. Y para ello resulta vital comprender la diferencia entre crowdlending y crowdfunding.
Mediante el crowdfunding, los proyectos se financian mediante las aportaciones individuales de un conjunto de personas. Cada una realiza pequeñas contribuciones, y la suma de todas ellas le permite al creador poner en marcha sus ideas. El término, procedente del inglés, está formado por crowd (multitud) y funding (financiación). En español es conocido como micromecenazgo, y es muy empleado para impulsar proyectos de índole cultural, política o social, especialmente aquellos relacionados con la inversión ética.
Esta no es una fórmula rígida, sino que existen cuatro grandes tipos de crowdfunding. Dos de ellos entrañan un beneficio económico, y los otros dos poseen un carácter más desinteresado. De esta manera, todas las entidades en busca de recursos podrán encontrar una modalidad que se adecúe a sus necesidades.
Crowdfunding de donación: no hay ánimo de lucro, la persona que aporta el dinero no recibe ni espera recibir nada a cambio. Su aportación es altruista, y generalmente se debe a factores como la solidaridad o a un interés personal por ver crecer el proyecto.
Crowdfunding de recompensa: en esta variante se premia la ayuda económica de los patrocinadores, incluyendo su nombre en los créditos o en los agradecimientos del producto o servicio desarrollado. El envío de regalos para incentivar el apoyo también se enmarca en esta categoría. Estos aumentan o disminuyen de valor en función de la cantidad aportada por el inversor.
Crowdfunding de inversión o crowdfunding equity: con el fin de atraer a los patrocinadores se les entrega una pequeña parte del capital de la empresa. Aquí ya hay un beneficio económico, pero está condicionado a la rentabilidad y al éxito de la firma. Si el proyecto es exitoso y da ganancias, los inversores recibirán un porcentaje, que será mayor cuanto más alta sea su aportación. Si, por el contrario, el negocio sufre pérdidas y no sobrevive en el mercado, se quedarán con las manos vacías.
Crowdfunding de préstamos o crowdlending: esta categoría es radicalmente distinta de las anteriores, por lo que recibe un nombre propio. Aquí, la compañía está obligada a devolver el dinero. Ya no hay una donación, sino que se trata de un préstamo con intereses. El inversor realmente busca multiplicar su capital, aunque durante el proceso decide apoyar a iniciativas sostenibles.
Las similitudes entre crowdlending y crowdfunding
Estos dos métodos de financiación colectiva son alternativas muy populares a los préstamos bancarios tradicionales. Mientras que las organizaciones que recurren a los bancos solo disponen de ese canal para obtener recursos, aquellas que apuestan por el crowdlending o el crowdfunding diversifican sus fuentes de financiación. De este modo, si una de ellas le retira el apoyo, podrán amortiguar su impacto gracias a las demás.
Además, han hecho mucho más accesible el mundo de las finanzas. En el pasado, si las entidades bancarias denegaban la concesión de un préstamo, las posibilidades restantes de las que disponían las compañías eran prácticamente nulas. Ahora, estas disfrutan de un rango muy amplio de opciones, y pueden escoger la que más les beneficie.
Algunas de las modalidades de crowdfunding no exigen la devolución del dinero, lo que abre la puerta de entrada a iniciativas de carácter más social, que no persiguen el mero rendimiento económico. Antes, muchos de estos proyectos eran excluidos del sistema financiero. El crowdlending y el crowdfunding les proporcionaron la visibilidad que necesitaban, y les ayudan de modo indirecto a generar un cambio positivo en el mundo.
Durante los últimos años, ambas fórmulas han experimentado un crecimiento descomunal. La aparición de internet fue la principal responsable de su expansión, ya que tan solo es necesario poseer un dispositivo con conexión para participar de ellas. Su alto grado de sencillez es otro de sus mayores atractivos: cualquier persona puede registrarse en una plataforma de financiación alternativa online para invertir su patrimonio o solicitar recursos de forma rápida.
La rentabilidad, la principal diferencia entre crowdlending y crowdfunding
La gran diferencia entre crowdlending y crowdfunding reside en la existencia de rentabilidad. En el crowdfunding de donación y de recompensa, el inversor no recibe ningún tipo de beneficio económico, por lo que la rentabilidad es nula.
En el crowdfunding equity, el ahorrador puede obtener cierta rentabilidad, pero sin ninguna garantía. Si el proyecto en el que ha invertido triunfa, él participará de ese éxito, y se le entregará el porcentaje correspondiente a su capital. Si el proyecto no es viable, no obtendrá ningún tipo de ganancia. Todo depende de la buena marcha de la compañía. Y el inversor no estará en condiciones de reclamarle nada.
Por el contrario, el crowdlending sí que lleva implícito un beneficio económico, independientemente de la viabilidad de la empresa. Una vez concluye el plazo de devolución del préstamo, el inversor recibirá de nuevo su dinero, y se beneficiará de los intereses de la operación. Además, si la organización no le remite la cantidad estipulada de forma íntegra, podrá exigirle la subsanación de dicha deuda, pues está amparado por un contrato.
El riesgo de perder la inversión es otra diferencia entre crowdlending y crowdfunding. En el crowdfunding, la pérdida del dinero está garantizada. Pero el ahorrador accede a ello, pues desea dar alas al proyecto en el que invierte.
En el crowdfunding equity, la pérdida de la cantidad original también es inevitable, aunque el inversor tiene la esperanza de recuperar una cierta parte. Aunque depende de las circunstancias específicas del sector y de la compañía, el riesgo de este modelo sigue siendo elevado.
El crowdlending presenta un riesgo de pérdida más bajo, pues conlleva no solo la devolución del préstamo, sino también la entrega de unos intereses. Sin embargo, puede darse el caso de que la firma que solicitó los recursos sea incapaz de abonar la deuda y se declare insolvente, de modo que el riesgo nunca desaparece por completo.
Otras diferencias entre crowdlending y crowdfunding
¿Cuál es la intención del ahorrador que financia a la compañía? Aquí radica otra diferencia entre crowdlending y crowdfunding. Al fin y al cabo, no todos entregan su dinero con el mismo objetivo. En el caso del crowdfunding, el inversor se compromete de forma directa con el proyecto. Desea que tenga éxito y que sea viable a largo plazo, quiere verlo crecer y establecerse en el mercado.
En el crowdlending, la persona que aporta financiación persigue la rentabilidad a corto plazo y busca multiplicar su capital. No hay una implicación tan personal y desinteresada, sino que prima aspectos como la solvencia y la ganancia económica.
Hay otra diferencia entre crowdlending y crowdfunding, también estrechamente relacionada con el inversor. Y es su grado de profesionalidad. El crowdlending se caracteriza por un mayor nivel de rentabilidad, lo que atrae a perfiles más profesionales. Las personas que participan del crowdfunding, sin embargo, no se dedican a ello de manera profesional. Suelen ser ciudadanos corrientes, sensibilizados con la causa o cercanos a los creadores del proyecto.
La última diferencia entre crowdlending y crowdfunding tiene que ver con la seguridad de estos mecanismos. Mientras que el crowdlending trata de brindar garantías para animar a la inversión, el crowdfunding equity se aleja de las certezas, ya que no asegura la ganancia en ningún momento.
Es importante tener presente que, cuando se habla de métodos de financiación alternativa, no hay opciones buenas o malas. Hay opciones más o menos adecuadas. Y la elección vendrá determinada por las circunstancias y los objetivos de cada inversor o empresa. Por estos motivos, no solo es indispensable entender el crowdfunding o comprender qué es el crowdlending, sino que hay que conocer en profundidad sus puntos en común y sus diferencias.
Descubre nuevas oportunidades de inversión y obtén rentabilidad con seguridad