El plan de ahorro, una herramienta útil para lograr tus objetivos financieros
Las personas que se encuentran con más dificultades a la hora de ahorrar pueden optar por contratar productos como el plan de ahorro
El que algo quiere, algo le cuesta. A lo largo de la vida las personas tienen que hacer frente a un sinfín de gastos: un ordenador, un viaje, una carrera universitaria, un coche, una casa… Si bien adquirir un par de zapatos o un teléfono móvil no suele suponer un gran impacto en las finanzas personales, hay otros desembolsos que, debido a su cuantía, requieren la existencia de un plan de ahorro.
Las personas que han recibido educación financiera desde la infancia pueden tener un colchón económico que les permita afrontar estos gastos. Pero aquellas a las que no les han inculcado los hábitos de ahorro y, por tanto, no suelen reservar una pequeña parte de su salario para posibles eventualidades, pueden llegar a verse en problemas para costearlos.
Independientemente del grupo al que se pertenezca, cuando se tiene un objetivo de gasto a medio o largo plazo es recomendable desarrollar una estrategia personalizada para afrontarlo de la mejor manera. Y el plan de ahorro es un buen aliado para guiar a las personas en esta misión.
Este producto de ahorro e inversión, popularmente conocido como Plan de Ahorro 5, permite a los ahorradores ir acumulando pequeñas cantidades de dinero, del que podrán disponer en un futuro. Normalmente, cuando ha transcurrido un período de cinco años.
Con el plan de ahorro es muy sencillo administrar el dinero y ahorrar el capital deseado para cumplir con los objetivos fijados. Se contrata a través de una entidad bancaria o de una aseguradora, que pone el patrimonio a disposición de una serie de gestores especializados. Estos invertirán la suma en diferentes instrumentos de inversión para rentabilizar el capital, teniendo en mente las condiciones y deseos de cada inversor.
El particular irá aportando nuevas cantidades de dinero de forma periódica para acercarse a su objetivo. Y cuando concluya el plazo no solo disfrutará de la suma original, sino de los rendimientos generados por la estrategia de inversión. Sin duda, uno de los grandes atractivos del plan de ahorro.
Las ventajas del plan de ahorro
No se pueden comprender qué es un plan de ahorro sin mencionar otro de sus mayores atractivos: los beneficios fiscales que supone su contratación. Y es que, a diferencia de la mayoría de productos de inversión, los intereses obtenidos están exentos de impuestos en la declaración de la Renta, con el objetivo de fomentar el ahorro entre los ciudadanos.
Sin embargo, hay que cumplir una serie de requisitos para que esta exención se haga efectiva. Para comenzar, no se puede tocar la inversión durante los cinco años. Si se retira el dinero de manera temprana, el ahorrador se verá obligado a abonar un 19 % sobre los intereses conseguidos. Y tampoco es posible, por ejemplo, extraer un porcentaje de modo anticipado y mantener el resto.
Además, hay un límite máximo anual: 5.000 euros. No importa que se depositen de golpe o a plazos, pero la cantidad total ingresada cada año no puede ser superior a esta cifra.
Por último, hay que tener presente que la Orden ECC/2316/2015 del 4 de noviembre determina que el plan de ahorro es un producto financiero de bajo riesgo. Por tanto, los particulares disfrutan de garantías, ya que la entidad bancaria o aseguradora tiene que garantizar al menos un 85 % del capital original una vez finaliza el plazo.
¿Qué plan de ahorro escoger?
No existe una sola clase de plan de ahorro, sino que se pueden distinguir dos grandes tipos: la Cuenta Individual de Ahorro a Largo Plazo y el Seguro Individual de Vida o Ahorro a Largo Plazo. Ahora bien, son incompatibles entre sí si se desea disfrutar de las ventajas fiscales, por lo que es importante conocer todos los detalles para elegir el más oportuno.
La Cuenta Individual de Ahorro a Largo Plazo, más conocida como CIALP, se contrata a través de una entidad financiera. Aunque hay diferentes contratos, su funcionamiento general es muy sencillo: basta con abrir una cuenta en la que se deposita la suma inicial y a la que, posteriormente, se le ingresan las ganancias generadas.
A diferencia de la anterior, el Seguro Individual de Vida o Ahorro a Largo Plazo o SIALP se contrata mediante una compañía de seguros. En lugar de abrir un depósito, se crea un seguro de vida en el que se van ingresando los ahorros, funcionando el inversor como asegurado y beneficiario de forma simultánea.
Ambas alternativas entrañan un gran valor para las personas que persiguen rentabilidades a largo plazo sin dar la espalda a la seguridad, pues su nivel de riesgo es bastante reducido. La elección queda en manos del ahorrador, que tiene que revisar todas las condiciones en profundidad para descubrir qué plan de ahorro se adapta más a sus necesidades.
Las diferencias con el plan de pensiones
El plan de ahorro es, sin duda, uno de los productos de ahorro más populares. Pero no es el único. El plan de pensiones, por ejemplo, es otra de las alternativas más frecuentes. Y, de hecho, las similitudes entre ambos pueden hacer que algunas personas los confundan.
El plan de pensiones fija un horizonte mucho más lejano. En este caso, los ahorros se recuperan en el momento de la jubilación, mientras que el plan de ahorro permite al inversor disfrutar de nuevo de su capital pasados unos años, pues está más orientado a afrontar gastos como la entrada de una casa.
El plan de ahorro es bastante más flexible, puesto que se puede retirar el capital en cualquier momento. Aceptando, eso sí, la pérdida de los beneficios fiscales. Pero en el plan de pensiones no se puede echar mano del dinero salvo determinadas excepciones, como la jubilación anticipada, la discapacidad o la muerte.
Por otro lado, el techo del plan de ahorro está fijado en los 5.000 euros anuales. En cambio, la aportación máxima anual de los planes de pensiones es mayor, y se sitúa en los 8.000 euros.
¿Y en qué productos invierten cada uno de ellos? El plan de ahorro suele apostar por la renta fija, pues el plazo de devolución es más breve. Por su parte, los planes de pensiones diversifican el capital en un abanico de activos más amplio, adaptándose así a todo tipo de perfiles, desde los más conservadores hasta los más arriesgados. Esto, a su vez, permite que las rentabilidades obtenidas puedan ser más elevadas.
Inversa, otra alternativa para rentabilizar los ahorros
Como hemos visto anteriormente, el plan de ahorro es un producto basado en el largo plazo. Pasarán varios años antes de que el ahorrador pueda disfrutar de los beneficios, por lo que no es aconsejable para aquellas personas que buscan multiplicar su capital de manera más veloz.
Para esta clase de perfiles hay otras alternativas con las que pueden ganar dinero más rápido. Soluciones como Inversa Invoice Market, una plataforma de financiación alternativa en la que es posible financiar las facturas pendientes de cobro de las empresas a cambio de intereses muy sustanciales.
Los usuarios de Inversa acceden a una diversidad de compañías de la economía real en busca de liquidez. Pueden bucear entre ellas, analizando el nivel de riesgo que presentan, la rentabilidad que prometen o la duración de la operación. En resumen, conocen todas las condiciones de antemano, por lo que pueden tomar decisiones más acertadas.
Muchas de las operaciones concluyen pasados tres, dos o, incluso, un mes, convirtiendo a Inversa en una solución muy atractiva para rentabilizar los ahorros en poco tiempo. Además, algunas de las empresas brindan intereses del 8 %, 9 % o 10 %: unas cifras muy superiores a la de la gran mayoría de productos de inversión del mercado.
Las garantías de seguridad son robustas, ya que muchas de las facturas están aseguradas. Y el inversor no tiene que esperar a la fecha de vencimiento para disfrutar de los intereses, pues los cobra tan pronto se cierra la operación.
Una alternativa al plan de ahorro ideal para aquellas personas que desean conseguir beneficios de forma rápida.