¿En qué invertir 1000 euros? Las opciones más rentables y más seguras

La bolsa de valores, la deuda pública y el crowdfactoring son tres alternativas para todas las personas que se plantean en qué invertir 1000 euros
Todas las grandes obras arquitectónicas comienzan a erigirse con una piedra. El camino de la inversión, por su parte, también se empieza con pequeños pasos. Si bien es cierto que en este mundo se mueven cantidades ingentes de dinero, esto no significa que no haya cabida para las personas que ahorran cantidades más modestas y desean obtener una rentabilidad. Personas que se preguntan, por ejemplo, en qué invertir 1000 euros.
¿La respuesta? Depende. No hay una respuesta correcta o incorrecta, así como no hay instrumentos de inversión buenos o malos de por sí. Todo depende de los intereses y las necesidades de cada inversor. Y, en función de cómo se adecúan a ellos, es posible distinguir mecanismos más o menos oportunos.
La suma de dinero que se invierte también depende de multitud de factores, como el patrimonio del inversor. A fin de cuentas, cuanto mayor sea su poder adquisitivo, mayor será la cantidad que podrá destinar a la inversión. Mientras que hay personas que se plantean en qué invertir 1000 euros, otras piensan en dónde invertir 100, y otras, 100.000 euros.
Pero también influyen otros aspectos, como el propio conocimiento del sistema financiero. Cuando uno realiza su primera incursión en el mundo de las finanzas, es habitual desconocer el funcionamiento de muchos de los instrumentos. En estos casos, es aconsejable empezar con precaución y no invertir una suma muy elevada. Cuando el terreno de juego es desconocido hay más posibilidades de enfrentarse a pérdidas.
Por estas razones, un millar puede ser una cantidad muy razonable para despegar en la inversión. Ahora bien, ¿en qué invertir 1000 euros?
El primer paso: analizar el perfil de riesgo
Con un presupuesto de mil euros, hay algunas alternativas que quedan fuera del alcance del inversor, como la inversión en inmuebles, que exige un desembolso más significativo. Pero todavía hay muchas opciones para las personas que se preguntan en qué invertir 1000 euros.
Sin embargo, antes de elegir el producto hay que atravesar una fase previa. Un primer paso de autoconocimiento, cuya conclusión influirá de manera notable en las decisiones que se tomen a continuación. Es el momento de determinar el perfil de inversor.
A grandes rasgos, es posible diferenciar dos tipos de inversores: los más arriesgados y los más conservadores. Los primeros sitúan la rentabilidad en el primer puesto en su escala de prioridades, mientras que los segundos le otorgan más valor a la seguridad.
Siendo ambos conscientes de que, al decantarse por una, le están dando la espalda a la otra en cierta medida. Y es que, como dictaminan las reglas generales de las finanzas, cuanto más arriesgada es una inversión, mayor suele ser su rentabilidad, y viceversa.
Por regla general, los inversores más intrépidos suelen incluir en su cartera de inversión productos de renta variable. Entonces, ¿en qué invertir 1000 euros? En productos como acciones de empresas que cotizan en la bolsa de valores o participaciones en fondos de inversión. Productos cuyos beneficios dependen de la diferencia de precio entre el momento de la compra y el momento de la venta, y que generan ingresos pasivos, como los dividendos, lo que incrementa las ganancias de modo sustancial.
Por la contra, los inversores más conservadores suelen optar por productos de renta fija. Estos les permiten conocer de antemano cuál será la rentabilidad que van a obtener con esa operación y saber cuándo podrán disfrutar de los beneficios, que no tienen a ser tan elevados como en las opciones anteriores, a cambio de entrañar un nivel de riesgo mucho más reducido.
En estos casos, ¿en qué invertir 1000 euros? La contratación de cuentas o depósitos remunerados y la adquisición de títulos de deuda pública (como las Letras del Tesoro o los Bonos y Obligaciones del Estado) son, sin duda, algunos de los productos más populares entre los inversores con un perfil más conservador.
¿Qué otras alternativas hay?
El escenario financiero es tan amplio como diverso. Esto ha quedado patente en los últimos años, durante los cuales no han dejado de aparecer nuevos instrumentos de inversión y financiación llamados a satisfacer las demandas de toda clase de ahorradores que se plantean en qué invertir 1000 euros.
Aquellos que no desean sacrificar ni la rentabilidad ni la seguridad pueden recurrir a productos como los fondos indexados. Una especie de fondos de inversión que replican el comportamiento de un índice concreto, por lo que su evolución tiende a ser positiva.
Estos son de renta variable, de ahí que sus beneficios puedan ser muy significativos. Y, al incluir multitud de compañías provenientes de multitud de sectores, se atenúa bastante el riesgo. Aunque no desaparece la incertidumbre, las ganancias de unas empresas lograrían compensar las pérdidas que produzcan otras.
A pesar de que, como mencionábamos al principio, no es conveniente que las personas con escasos conocimientos del sistema financiero comiencen invirtiendo con grandes cantidades, es preciso mencionar una herramienta que puede ayudarlas a participar en este mundo sin necesidad de conocer todos sus aspectos: los roboadvisors.
El roboadvisor es considerado la evolución digital del gestor financiero convencional. Sus funciones y su finalidad son prácticamente idénticas, con una diferencia clave: el asesoramiento y la gestión no proviene de un ser humano, sino de un robot.
Estas tecnologías recogen las preferencias de los ahorradores y diseñan de modo automático una cartera de inversión a su medida, adaptándola a sus necesidades con el paso del tiempo. ¿Su gran ventaja? Liberan al usuario de encargarse de realizar las gestiones, una tarea que puede resultar compleja y consume tiempo, pero no le arrebatan el control ni la toma de decisiones.
Es probable que, tarde o temprano, pase por la mente de todas las personas que se preguntan en qué invertir 1000 euros la posibilidad de comprar criptomonedas, como el bitcoin o el Ethereum. Estos productos han sido una de las opciones preferidas de los particulares durante los últimos años. No obstante, la especulación fue creando una burbuja que acabó por explotar y provocó pérdidas millonarias, ya que se trata de un instrumento muy volátil y con mucho riesgo.
Existen otras alternativas no tan conocidas, como las materias primas. El trigo, el café, la plata, el algodón… O el oro, considerado el activo refugio, sobre todo en las épocas de inflación. Aunque las materias primeras se pueden adquirir de forma física, hay otros canales para apostar por ellas, como la inversión en fondos especializados, en empresas pertenecientes al sector o en el mercado de futuros.
Sin embargo, estos pueden llegar a ser mecanismos complejos, y su precio puede fluctuar mucho, por lo que tampoco es la opción más recomendada para quienes se inician en el mundo de la inversión y dudan en qué invertir 1000 euros.
El nacimiento del crowdfactoring
El despliegue masivo de internet y su impacto en todas las áreas de la sociedad ha desencadenado la aparición de las llamadas plataformas de financiación alternativa. Son, como su nombre indica, canales desligados del sistema bancario y basados en soluciones digitales que exploran nuevas vías de inversión y financiación.
Así surge, por ejemplo, el crowdfunding, un mecanismo de financiación colectiva mediante el cual una empresa recibe la liquidez que necesita gracias a la suma de las aportaciones de un conjunto de particulares. Esto puede hacerse de manera altruista, pero también puede tratarse de préstamos. En este caso, la compañía se compromete a devolverle al inversor esa cantidad en un futuro, junto con un determinado interés, que serviría como incentivo y recompensa. Y así nace el crowdlending.
Pero también puede darse la situación de que este préstamo se materialice a través de la financiación de una factura. Entonces estaríamos hablando del crowdfactoring, un método mediante el cual los inversores les adelantan a los negocios el importe de sus facturas pendientes, accediendo a sus derechos de cobro.
Cuando el cliente, que desempeña el papel de librado, le abona la deuda a la compañía, que actúa como cedente, esta le reembolsa el dinero original al inversor, junto con un interés que es acordado previamente. Generalmente, estos períodos de tiempo no tienden a ser muy extensos, dándole a los ahorradores que dudan en qué invertir 1000 euros la oportunidad de disfrutar de ganancias de forma segura a corto plazo.
¿Qué sucede si se decide invertir 1000 euros en Inversa?
Al inicio mencionábamos que no hay una única respuesta a la pregunta «en qué invertir 1000 euros». Hay opciones más arriesgadas que son más rentables, y opciones más seguras que generan menos ganancias.
Y en este espectro, ¿en qué punto se ubica el crowdfactoring?
En Inversa Invoice Market, una plataforma en línea donde es posible financiar facturas de distintas empresas de manera rápida con tan solo un teléfono móvil, las rentabilidades pueden ser muy elevadas, y sin darle la espalda a la seguridad.
Durante los cinco primeros meses del 2023, la rentabilidad media de Inversa alcanzó el 7,9 %. Entonces, procedemos a simular la inversión de la mano de la calculadora de beneficios disponible en la página web. Con una inversión de mil euros, en tres meses, un plazo muy común en muchas operaciones el inversor podría recibir veinte euros.
Ahora bien, algunas de las facturas prometen hasta un interés del 10 %. En estos casos, a los noventa días ya se obtendría un beneficio superior a los 25 euros.
Y no se puede olvidar uno de los grandes atractivos de Inversa Invoice Market. En esta plataforma, las ganancias no se cobran cuando se concluye la operación, sino tan pronto se cierra. Es decir, una vez se envía el dinero a la empresa, el inversor ya recibe de vuelta el interés correspondiente.
on una rentabilidad muy superior y un cobro de las ganancias más veloz que muchos de los mecanismos más populares del mercado, Inversa permite a las personas que buscan en qué invertir 1000 euros disfrutar de beneficios a la vez que apoyan la economía real.