¿Hacia dónde caminan las empresas Fintech?

22/06/2023
¿Hacia dónde caminan las empresas Fintech?
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En el 2030, los ingresos anuales de las empresas Fintech superarán el billón y medio de dólares, en línea con el crecimiento descomunal que ha experimentado este sector

Las empresas Fintech han alcanzado la mayoría de edad. Esta es una de las principales conclusiones extraídas de Global Fintech 2023: Reimagining the Future of Finance, un informe elaborado por Boston Consulting Group en colaboración con QED Investors. En él, trece consultores analizan las perspectivas de futuro de estas compañías, que han recaudado más de 500.000 millones de dólares en financiación a lo largo de la última década.

El aterrizaje de estas organizaciones ha transformado por completo el escenario financiero. No solo lo hicieron más accesible a toda clase de actores, sino que aceleraron la transformación digital y obligaron a las entidades convencionales a adaptarse a este nuevo contexto. Por este motivo, lograron una gran acogida tanto a nivel social como empresarial, y no tardaron en comenzar a ascender como la espuma.

Si bien en el pasado se percibían como un complemento, la pandemia puso de manifiesto la necesidad de realizar operaciones a través de internet, sin depender de las sucursales físicas o los trámites presenciales. Esto les otorgó un protagonismo mayúsculo, que perdura a día de hoy.

En la actualidad, ya existen más de 32.000 empresas Fintech en todo el mundo, entra las que se encuentra Inversa Invoice Market. Y para todas ellas el estudio dibuja un horizonte positivo, con muchas posibilidades de crecimiento a largo plazo. El informe, por tanto, avala la propuesta de valor de Inversa, mostrando un entorno receptivo a este tipo de iniciativas.

Pero, ¿qué significa realmente Fintech? ¿A qué retos se enfrentan estas compañías? ¿En qué mercados tienen más proyecciones de crecimiento? El informe publicado por la firma de consultoría estadounidense arroja luz sobre algunas de las incógnitas que rodean a este sector.

El binomio de tecnología y finanzas

La traducción de Fintech, un término procedente del inglés, no deja mucho espacio a la imaginación. Este concepto, que nace de la unión de financial y technology, significa literalmente «tecnología financiera». Y aglutina a todas las empresas pertenecientes al sector financiero que aprovechan las innovaciones tecnológicas para automatizar y optimizar sus procesos y servicios, impulsando la eficiencia y mejorando la experiencia de cliente.

Por ejemplo, con la inversión. Hace varias décadas, si se deseaba invertir era necesario acudir a un corredor de bolsa. Incluso, a día de hoy, los ciudadanos que desean comprar o vender acciones solo pueden hacerlo en horario laboral. Pero la aparición de las empresas Fintech ha hecho de la inversión un proceso más cómodo y sencillo, que se adapta a las necesidades de prácticamente cualquier perfil.

Con Inversa Invoice Market, aquellos inversores que desean incrementar sus ahorros pueden hacerlo desde su móvil, financiando las facturas de todo tipo de empresas desde la comodidad de su hogar y en el momento que consideren más indicado.

En internet radica precisamente la clave del éxito de las empresas Fintech, que han sido propulsadas por la digitalización. Y es que, si la gente no tuviese un teléfono o un ordenador al alcance de su mano, ni siquiera habrían despegado. Al fin y al cabo, estos dispositivos confieren a las personas una autonomía sin precedentes, dado que les permiten tomar decisiones de inversión por su propia cuenta, sin depender de intermediarios.

El boom de las criptomonedas evidenció esta tendencia. Los ahorradores reclamaban el poder de decisión y estos productos se lo pusieron en bandeja. Independientemente de su carácter especulativo, las cryptos supieron responder a la perfección a esta demanda social.

Pero, ¿cómo llegaron las empresas Fintech a ser lo que son hoy en día?

Echar un vistazo al pasado…

El primer capítulo en la historia de las empresas Fintech se escribió hace 25 años. El informe de Boston Consulting Group distingue cuatro fases en su evolución, y la primera, bautizada como Disrupción Digital, comienza en el año 1998. Durante esta etapa, la incipiente democratización de los dispositivos con conexión a internet funcionó como un catalizador para que los servicios financieros diesen sus primeros pasos en el entorno digital, naciendo así los pagos online.

La crisis financiera marcó el comienzo de la segunda fase: Móviles y Adopción Social. La innovación pisó el acelerador, y los smartphones y la tecnología cloud permitieron a los usuarios acceder a los servicios financieros en tiempo real. Al mismo tiempo, se comenzó a poner el foco en el potencial de los datos para personalizar la experiencia de cliente.

En el 2015 se inició la tercera etapa, denominada Relevancia y Escala. Los neobancos se popularizaron y se fundaron miles de compañías, cuyas valoraciones se dispararon, incrementando la competitividad. Este período también estuvo marcado por la irrupción de la pandemia, durante la cual se exigió a los servicios financieros una disponibilidad online sin interrupciones.

La actual y última fase, Mirando Hacia Delante, arrancó en el 2022. En ella se espera más proactividad en la regulación, un impulso de la innovación en las regiones menos avanzadas y un aumento de la notoriedad de la inteligencia artificial y de la tecnología de contabilidad distribuida (DLT).

Las empresas Fintech son compañías del sector financiero que aprovechan las innovaciones tecnológicas para optimizar sus servicios

…para entender el presente…

Hace dos años, las valoraciones de las empresas Fintech llegaron a multiplicar por 20 sus ingresos. Pero desde el 2022 se han desplomado a nivel global, sin importar la actividad o la procedencia de las compañías. No obstante, sus ingresos no han dejado de crecer, aunque lo hagan a un ritmo más moderado. Entonces, ¿es preocupante esta caída?

Los analistas de Boston Consulting Group consideran que esta recesión simplemente se trata de «una corrección a corto plazo en una trayectoria por lo demás positiva a largo plazo, ya que los motores fundamentales del crecimiento de la industria no han cambiado».

Sin embargo, muchos expertos hablan ya del «invierno de la financiación» en las empresas Fintech. Y es que la nueva financiación ha disminuido en un 43 %. Un descenso causado por la subida de los tipos de interés y la inflación y que afecta sobre todo a firmas en una etapa más avanzada, que ya no reciben tanto apoyo en las rondas de financiación. ¿Cómo sobrevivir a esta helada?

Para atravesar este bache y resurgir con más fuerza y resiliencia, muchas compañías han dejado de intentar incrementar sus ingresos a toda costa. En lugar de eso, deciden centrarse en lo esencial, prestando atención a las unidades económicas más rentables de su negocio e invirtiendo tiempo y dinero para innovar en esas áreas clave. Además, el informe destaca que algunas plataformas de préstamos están apostando por adquirir licencias bancarias.

A pesar de este período glacial, la industria de los servicios financieros todavía es uno de los mayores segmentos de la economía mundial, sumando más de 12 billones y medio de dólares en ingresos anuales, que se traducen en un beneficio neto superior a los 2,3 billones.

Y eso que el sector Fintech todavía está despegando. Los analistas de la firma de consultoría estratégica señalan que esta industria todavía se halla en una etapa muy temprana, puesto que tan solo representa el 2 % de los ingresos anteriores (alrededor de 245.000 millones de dólares).

El margen de crecimiento, por tanto, es abismal. Sobre todo, teniendo en cuenta que aún hay más de mil millones y medio de adultos que no tienen un banco y que, aunque los pagos han sido los protagonistas hasta el momento, las soluciones B2B y B2B2X son las que más crecerán durante los próximos años.

El entorno, en definitiva, es favorable para el desarrollo de empresas como Inversa Invoice Market, en cuyo marketplace de facturas es posible financiar a negocios sostenibles a la vez que se disfruta de buenas rentabilidades a corto plazo.

El informe de Boston Consulting Group subraya que todas las empresas Fintech, desde los neobancos hasta las plataformas de préstamos, se van a enfrentar a retos en los países más desarrollados. Retos como la captación de clientes, el principal desafío y la principal prioridad a corto plazo de seis de cada diez CEOs. Pero, al mismo tiempo, estas compañías están llamadas a desempeñar un papel crucial en los mercados emergentes, donde les esperan muchas posibilidades de expansión. Y este desembarco va a ser vital para su crecimiento: se estima que, en el 2030, sus ingresos anuales se multiplicarán por seis, alcanzando el billón y medio de dólares. Esto supone, a su vez, una tasa de crecimiento medio anual en torno al 22 %. Para entonces, las empresas Fintech ya supondrán el 13 % de los ingresos bancarios y un 25 % de las valoraciones bancarias. Cuando concluya la década, el mercado asiático probablemente se habrá convertido en el más importante a nivel mundial. Y el europeo, que multiplicará por cinco su crecimiento, estará marcado por la expansión regional. A pesar de que en Europa la penetración de las empresas Fintech todavía no es muy significativa, los reguladores están abiertos a las nuevas modalidades de finanzas abiertas, y se prevé que vayan surgiendo nuevos productos y servicios que actúen como palancas del desarrollo. Este escenario favorecerá la emergencia de lo que los expertos denominan campeones locales: organizaciones que importan en regiones menos avanzadas aquellos modelos de negocio exitosos en países más desarrollados, adaptándose a las circunstancias de cada uno de los territorios. Una especie de pioneros que marcarán el paso y que ofrecen, por ejemplo, servicios de crowdlending o crowdfactoring en países donde estos sistemas de financiación alternativa todavía están aterrizando. Además, la omnipresencialidad inherente a internet permite que inversores y empresas de todo el mundo puedan apostar por estas soluciones. Es el caso de Inversa Invoice Market, que nació en Galicia, pero cuenta con una gran cantidad de compañías procedentes de distintos países en su plataforma. ¿Qué espera a las empresas Fintech actuales?

Si bien es cierto que el campo de cultivo es fértil, las empresas Fintech tendrán que hacer frente a una serie de desafíos relacionados con la regulación, la privacidad de los datos y la competencia por parte de los peces más grandes si desean liderar las finanzas del futuro.

Para comenzar, la falta de supervisión parte de las autoridades puede generar incertidumbre y desconfianza entre los consumidores de los servicios financieros. Tras la caída generalizada de las criptomonedas, a muchos les puede costar dar el paso hacia nuevos métodos de inversión.

Como no hay confianza sin transparencia, Inversa muestra de forma honesta el nivel de riesgo de cada una de las facturas. Un rating que es determinado por terceros para asegurar la neutralidad e independencia.

Las empresas Fintech trabajan con un activo muy delicado: los datos personales y financieros de sus clientes. Si se sufre un robo o una pérdida de esta información, las consecuencias pueden ser catastróficas. No solo a nivel legal y reputacional, sino también económico, ya que puede dar pie a una fuga de usuarios. Para evitar esta clase de incidencias, es imprescindible apuntalar la protección de las plataformas.

Por último, cada vez son más las grandes multinacionales que entran en el terreno de juego, convencidas de las posibilidades de crecimiento del sector Fintech. Si estas adquieren una posición muy dominante, podrían ir eliminando a la competencia hasta crear un monopolio, que iría en detrimento del tejido empresarial, los consumidores e, incluso, la innovación.

Por estas razones, las empresas Fintech deben estar en guardia ante estas amenazas. Y es que el éxito de este sector va a depender, según Boston Consulting Group, de que sus principales actores (las empresas, los inversores, los titulares y los reguladores) se relacionen y colaboren entre ellos.


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