Financiación alternativa para invertir en la economía real

Habitualmente, cuando vemos el telediario o leemos un periódico o un medio digital consumimos datos macroeconómicos. El crecimiento del PIB, la evolución de la inflación, el comportamiento del mercado laboral… Estas grandes cifras engloban la realidad diaria de millones de negocios, trabajadores y familias. Las personas que forman parte de la economía real del país. Según el diario económico Expansión, la economía real es la «parte de la economía relacionada con la producción de bienes y servicios no financieros». La profesora de la Universidad de Granada, María José Aznar amplifica esta definición sosteniendo que la economía real está conformada por los procesos económicos que «se desarrollan mediante la producción de bienes y servicios, su distribución mediante el comercio y el consumo de los mismos». Tanto el agricultor que siembra las patatas, como el distribuidor que las vende a empresas del sector de la hostelería, como los restaurantes que las venden como ingredientes de sus platos son agentes de la economía real. A nadie se le escapa que todos ellos necesitan, a menudo, disponer de canales de financiación para hacer frente a las necesidades y objetivos de sus negocios. Además del sector financiero tradicional, los actores de la economía real cuentan, hoy en día, con modelos de financiación alternativa que pueden ayudarles a solventar sus necesidades de liquidez. Veamos cómo la financiación alternativa puede servir para invertir en la economía real.
Economía real ¿vs.? Economía financiera
Los estudios clásicos de economía han diferenciado históricamente entre la economía real o productiva, de la que venimos de hablar, y la economía financiera. Ésta última está conformada por los procesos de intercambio de bienes de capital como los créditos, las acciones o las obligaciones. Ambas esferas no funcionan como compartimentos estancos, sino que están fuertemente relacionadas. Así, lo que sucede en una afecta profundamente a la otra. Para muestra, la crisis financiera del año 2008. El colapso de Lehman Brothers, un gigante de la economía financiera, acabó provocando una profunda crisis global que se llevó por delante miles de negocios de la economía real y repercutió negativamente en millones de personas. Mientras la economía financiera depende en gran medida de las expectativas generadas en torno a la economía real y esas macro-cifras de las que hablamos al inicio de este artículo, la economía real necesita a la financiera para poder afrontar los costes y gastos que conllevan muchas de sus actividades. Por lo tanto, no nos encontramos en un escenario de confrontación entre una parte de la economía y la otra, sino en uno en el que las sinergias entre ambas son claves para el progreso de la economía y la sociedad.
Dar respuesta a las necesidades de financiación de la economía real
Retomemos el ejemplo que usamos al principio de este texto. El agricultor que se dedica al cultivo de patatas ha sufrido un mal año como consecuencia de la sequía. Ha recogido menos de la mitad de kilos de patatas que en un año normal. En cambio, sus costes operativos se han incrementado por el auge de la inflación. ¿Cómo afronta estos costes? ¿Tiene que cerrar un negocio que ha demostrado año tras año ser perfectamente rentable? Pensemos en un escenario más favorable. El negocio del agricultor marcha viento en popa, así que decide invertir en él comprando más parcelas e introduciendo maquinaria más sofisticada que ayudará a incrementar la productividad del trabajo que desarrolla su negocio. Sin embargo, no tiene la liquidez suficiente para afrontar estos gastos, en parte porque los distribuidores no le han pagado aún las facturas que les ha emitido en el último trimestre. ¿Qué hace? ¿Deja pasar una oportunidad de oro para consolidarse y crecer? ¿Desecha la incorporación de tecnología más eficiente? Tanto en un caso como en el otro, la respuesta a sus necesidades se halla en el terreno de la economía financiera. Hoy en día, tras la digitalización y el desarrollo de software y soluciones avanzadas, la economía financiera no solo está conformada por el sector bancario y el mercado de valores tradicionales, sino que múltiples proyectos innovadores han introducido nuevos productos financieros al alcance de miles de inversores y, también, de cualquier clase de negocio de la economía real.
Tú eliges en qué negocio inviertes tu dinero
En marketplaces de crowdlending, crowdequity o crowdfactoring las empresas y los autónomos que construyen y constituyen, diariamente, la economía real pueden obtener financiación para sus negocios en poco tiempo y con unas condiciones que se ajusten a lo que están buscando. Por ejemplo, un freelance que trabaja para diferentes empresas puede financiar las facturas que ha emitido, pero aún no ha cobrado en plataformas como Inversa Invoice Market y, así, obtener liquidez en pocos días. Mientras que nuestro hipotético agricultor puede lograr un préstamo a través del modelo de crowdlending o financiar sus facturas no cobradas mediante el crowdfactoring. Tanto la factura como el préstamo no estarán financiados por una entidad bancaria, sino por personas, ahorradores que buscan sacarle rentabilidad a su dinero y, de paso, financiar la economía real: Precisamente, aquí se encuentran encerradas varias de las claves que diferencian a la financiación alternativa de la tradicional y que convierten a sus modelos en las soluciones perfectas para financiar la economía real.
- Los tiempos. En un mundo cambiante, la burocracia bancaria ralentiza la capacidad de empresas y autónomos de obtener financiación. En cambio, los marketplaces de financiación alternativa son capaces de otorgar liquidez a los negocios en plazos temporales extraordinariamente cortos.
- Los inversores. En los últimos tiempos se ha abierto paso un concepto de gran trascendencia social y económica: la inversión ética. Es decir, personas que quieren sacar rentabilidad a su dinero y obtener beneficios, a la vez que apuestan por proyectos acordes con sus valores y que sirven para fortalecer la economía real.
Insuflar liquidez en la economía real
Mediante la financiación alternativa, los inversores gestionan su dinero con la máxima libertad, teniendo a su disposición toda la información sobre el producto que van a adquirir… y sobre el negocio que hay detrás de éste. Nunca antes en la historia, la ciudadanía tuvo a su alcance apoyar de forma decidida el fortalecimiento de la economía real mediante su financiación. Los modelos y proyectos de financiación alternativa amplían el abanico de productos que pueden escoger los negocios de la economía real para financiarse y hacer frente a sus necesidades, retos y planes estratégicos con éxito. La digitalización ha transformado nuestra forma de vivir, de trabajar y de gestionar los negocios. Por ello, a nadie debe sorprenderle que también haya revolucionado la forma en que invertimos nuestro dinero… y el acceso de las empresas y los autónomos de la economía real a la financiación. La economía real y la economía financiera no son compartimentos estancos y aislados. Y la financiación alternativa ha venido a recordárnoslo, tejiendo intensos lazos entre ambos y equilibrando las relaciones entre los negocios que necesitan liquidez y los inversores que están dispuestos a dársela a cambio de obtener rentabilidad por sus ahorros.