La teoría del cisne negro y la importancia de diversificar

22/12/2020
La teoría del cisne negro y la importancia de diversificar

La teoría del cisne negro fue creada por el economista Nassim Nicholas Taleb, y su nombre es una metáfora que la explica a la perfección. En el siglo XVII en Europa se pensaba que todos los cisnes eran blancos, pero tras la llegada de los primeros exploradores a Australia, se descubrieron cisnes negros, algo que se consideraba altamente improbable. A pesar de su improbabilidad, sucedió, y cambió la percepción de los europeos sobre los cisnes.

Mediante esta metáfora, Taleb cuestiona los análisis económicos realizados para predecir el futuro extrapolando el pasado, ya que en algún momento se toparán con un imprevisible cisne negro. Así, esta teoría describe los sucesos que ocurren por sorpresa y que ningún analista había previsto ni esperado, porque eran improbables, pero normalmente tienen grandes repercusiones e impacto. Además, una vez que ese hecho ha sucedido, existen evidencias de que se podría haber evitado y se busca el porqué de su suceso. Aunque parezca que estos hechos son difíciles que sucedan en la sociedad actual, en la que se estudia, analiza y se predice con alta exactitud, la realidad es que existen una variedad de ejemplos de “cisnes negros” que han marcado la historia y su rumbo: la Primera Guerra Mundial, el ascenso de Hitler al poder, el crack del 29 y el del 87, los atentados de las Torres Gemelas, la caída de Lehman Brothers, el Brexit… Todos ellos son sucesos que no se han podido prevenir y que tuvieron graves consecuencias. Pero, con todos estos ejemplos, ¿no se te ilumina una bombillita en el cerebro? ¡Claro que sí!

La actual pandemia del Covid-19 es un claro ejemplo de cisne negro. A finales de 2019 cuando aparecieron algunos casos de neumonía debidos a un nuevo coronavirus, prácticamente nadie se podía imaginar la crisis con impacto global actual. Una vez que se extendió el virus y llegamos a pandemia, pensamos que se podría haber evitado, o como mínimo minimizado el impacto, si se hubiese prestado atención a los indicios. Existían brotes recientes con el SARS en China en 2003, la gripe aviar y el ébola, por lo que actualmente ya teníamos experiencia. También varios expertos señalaron que no estábamos preparados para una pandemia y su posible impacto. Ante esta situación, ¿por qué no estábamos preparados? Pues muy sencillo: su probabilidad era muy baja, por lo que los recursos de los países se destinaron a otros temas prioritarios. Un cisne negro tiene graves consecuencias en los mercados financieros, por lo que son uno de los riesgos a afrontar cuando se invierte. Ignorarlos sería un grave error aunque su probabilidad sea ínfima. Protegerse ante ellos en su totalidad es muy complicado, por no decir imposible, ya que no se pueden prever, pero sí que podemos minimizar su impacto. Para ello, es imprescindible contar con una cartera diversificada y estructurada, con diferentes clases de activos que se compensen entre ellos.

El actual coronavirus ha arrasado con las bolsas y gran cantidad de PyMEs y proyectos, pero también ha demostrado la importancia de la diversificación a la hora de invertir y ha reforzado a las plataformas de inversión alternativa. En Inversa, nuestra plataforma de crowdfactoring, el volumen invertido por inversor ha aumentado exponencialmente en los últimos meses, y nuestros inversores se benefician actualmente de una rentabilidad media del 7,4%, lo que demuestra que a nosotros no nos ha afectado negativamente el coronavirus. Además, dentro de Inversa, también se puede diversificar la inversión en facturas con diferente riesgo y plazos de pago para minimizar el riesgo. Esperamos que nuestros activos hayan ayudado a alguno de nuestros inversores a minimizar el impacto de la actual crisis económica. Es un ejemplo duro y actual, pero deja clara la importancia de la diversificación en las inversiones. ¿Te ayudamos?


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