Los beneficios de los mecanismos de inversión a corto plazo

04/05/2023
Los beneficios de los mecanismos de inversión a corto plazo

Los instrumentos de inversión a corto plazo, como la financiación de facturas, permiten a los ahorradores obtener ganancias de manera rápida y segura

Miles de personas se inician en la inversión con un mismo objetivo: ganar dinero de forma rápida. Y, si bien es importante tener presente que a la hora de invertir no existen las certezas, hay una serie de mecanismos que pueden ayudar a este perfil de ahorradores a alcanzar su meta. Estamos hablando, efectivamente, de la inversión a corto plazo.

Pero, ¿en qué consiste realmente la inversión a corto plazo? ¿Cuáles son sus ventajas y sus desventajas? ¿Es adecuada para todo tipo de personas? ¿A qué instrumentos se adapta mejor? Conocer la respuesta a todas estas incógnitas es fundamental para diseñar estrategias de inversión inteligentes.

Comencemos sentando las bases terminológicas. Como su nombre indica, una inversión a corto plazo trabaja en períodos de tiempo breves. Generalmente, el plazo de estas operaciones es inferior al año. Todas aquellas que superen los 365 días pasarían a considerarse inversiones financieras a largo plazo.

Aunque la única distinción entre ambas es su fecha de vencimiento, esta no es una diferencia nimia. Y es que mientras las personas que apuestan por la inversión a corto plazo pueden disfrutar de sus beneficios al cabo de unos pocos meses, en ocasiones pasan años antes de que aquellas que optaron por el largo plazo reciben sus ganancias.

Por consiguiente, la inversión a corto plazo se eleva como una alternativa extremadamente atractiva para todos los inversores que desean obtener rentabilidad de modo veloz. Sin embargo, antes de involucrarse en cualquier operación, resulta crucial comprender los beneficios e inconvenientes de esta modalidad de inversión.

La inversión a corto plazo: ventajas y desventajas

Como todo, la inversión a corto plazo tiene sus puntos fuertes y débiles. Para empezar, si el activo por el que se ha apostado da ganancias, estas se podrán recoger en poco tiempo. En algunas a los treinta días, en otras a los tres meses… Pero antes de que pase un año, el inversor estará disfrutando de su dinero.

Además, la cantidad invertida no tiene por qué ser muy elevada, a diferencia de las operaciones a largo plazo, donde las sumas de dinero suelen ser más considerables. Cualquier persona puede iniciarse en la inversión a corto plazo, independientemente de la cantidad que inyecte.

No obstante, la rapidez en la obtención de beneficios suele implicar unos niveles de rentabilidad más reducidos, a menos que el riesgo sea muy elevado. En este caso, es habitual incrementar el interés con el objetivo de atraer a los inversores, que están más expuestos a los peligros de la inversión.

Por otra parte, el mercado sufre variaciones de manera constante, que alteran el valor de los productos en los que se ha invertido. Esto obliga a los ahorradores a estar pendientes continuamente a estas fluctuaciones. Y, si se produce una crisis en el sector o la empresa sufre pérdidas, apenas habrá tiempo para que la situación económica se estabilice y los precios regresen a sus valores habituales.

Por la contra, aquellos que deciden invertir a largo plazo no dependen tanto de estos picos puntuales ni tienen que prestar atención cada día al estado de sus inversiones, lo que supone un aumento de la tranquilidad.

¿Quién debería apostar por este tipo de inversión?

La inversión a corto plazo no tiene barreras. Cualquier persona interesada en hacer crecer su patrimonio puede iniciarse en ella y buscar un producto que se ajuste a sus características. Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de cuestiones.

La desesperación no es un buen compañero de viaje en el mundo de las finanzas. Y jugárselo todo a una carta no es un movimiento sabio. Por tanto, por mucho que se desee ganar dinero rápidamente, es preferible diversificar las inversiones en diferentes productos, y no centralizarlas en uno que a primera vista ofrezca unas condiciones muy ventajosas.

De todos modos, este tipo de inversión es más accesible que la inversión a largo plazo. A fin de cuentas, el ahorrador no estará más de 365 días sin disponer de su dinero. Cuando se eligen opciones más longevas, hay veces que no se puede disfrutar de nuevo del capital hasta que pasan varios años. Y esto solo se lo pueden permitir personas con un colchón económico del que puedan echar mano.

Por otro lado, los mecanismos de corta duración también resultan muy atractivos para todos aquellos que se están iniciando en la inversión. Esta clase de inversiones carece de muchos conocimientos sobre estos temas, y además es frecuente empezar con cantidades más insignificantes, lo que convierte a la inversión a corto plazo en una toma de contacto ideal.

Mecanismos seguros de inversión a corto plazo

Ahora bien, ¿en qué productos es más recomendable invertir? A pesar de que no existe una respuesta definida, pues la elección está condicionada por las necesidades y las condiciones de cada ahorrador, hay algunos activos que son bastante utilizados por las personas que se inclinan por la inversión a corto plazo.

Las cuentas y depósitos remunerados, si ofrecen un interés fijo, les permiten a los inversores conseguir ganancias de forma rápida y, más importante, segura. El ahorrador conoce de antemano cuál será su rentabilidad, pero esta suele ser muy reducida.

A continuación, se hallan los fondos de inversión. Hay cientos de fondos, y cada uno actúa de manera distinta. En consecuencia, puede buscarse uno que centre sus inversiones en activos de renta fija a corto plazo, obteniendo así un rendimiento con todas las garantías de seguridad posibles.

Las letras del Tesoro también son unos de los instrumentos más populares entre las personas interesadas en la inversión a corto plazo. Estos títulos de deuda de renta fija son emitidos por los gobiernos que buscan financiación. Y, aunque su rentabilidad tampoco es muy sustancial, aseguran una devolución del dinero al cabo de pocos meses.

En definitiva, el riesgo es un factor clave cuando se desea ganar dinero de modo veloz. Si bien otras opciones, como la Bolsa, pueden proporcionar más beneficios, también es más probable que sufran una caída y el inversor incurra en pérdidas. Nada más lejos de su objetivo original.

¿Obtener beneficios en treinta días?

Pero las opciones anteriores no son el único método para conseguir ganancias en poco tiempo. Las plataformas de financiación alternativa también permiten a los inversores multiplicar su capital de manera rápida.

Inversa Invoice Market, un marketplace de facturas en el que los ahorradores pueden apoyar económicamente a empresas sostenibles, es el ejemplo perfecto. Las personas que se registran en esta plataforma de crowdfactoring acceden a un mercado de facturas muy extenso, que son auditadas para otorgarles un nivel de riesgo. Una vez deciden a qué compañía financiar y se confirma la operación, reciben el interés de forma inmediata. Algo tan atractivo como inusual, que distingue a Inversa de otros actores.

Durante el período estipulado, la firma puede disponer de ese dinero, exceptuando un 10 % del total, que se mantiene fuera de su alcance. Y la mayoría de las operaciones concluyen al cabo de uno, dos o tres meses. Cuando finaliza el plazo, se le reintegra de nuevo la cantidad original al inversor. Una fórmula que ha cautivado a un sinfín de negocios y ahorradores, que ya han financiado más de 2.850 facturas por un importe total superior a los 16,5 millones de euros.

Un método sencillo, rápido y seguro que cumple con las expectativas de cualquier persona interesada en la inversión a corto plazo.

David Martínez Rego
Asesor Tecnológico en Inversa Invoice Market

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