Inversa, una plataforma de financiación para exportar

Las empresas necesitan tener acceso a financiación para exportar los bienes que producen y expandirse a otros mercados.

Las importaciones y exportaciones son tan viejas como la propia civilización. Uno de los personajes más famosos de la historia, Marco Polo, se dedicaba a ello. La revolución de las comunicaciones experimentada desde el S.XIX ha facilitado las exportaciones hasta extremos que el mercader veneciano jamás pudo prever. Por ello, es fundamental que las empresas cuenten con una estrategia de internacionalización y dispongan de una plataforma de financiación para exportar. Y aquí es donde entra en juego Inversa Invoice Market.

Las plataformas de crowdfactoring están llamadas a ser unas aliadas clave en el incremento de las exportaciones de las empresas de la economía real. ¿Por qué? Les permiten financiar facturas de sus clientes en el extranjero.

Por ejemplo, una empresa conservera de las Rías Baixas o de la bahía de Santander puede subir a una plataforma como Inversa una factura de una empresa comercializadora de conservas radicada en Alemania. ¿Qué implicaciones tiene esta pequeña revolución? Que las empresas pueden ser más ambiciosas en su apuesta exportadora, ya que en caso de necesitar liquidez, tienen a su disposición la posibilidad de financiar las facturas de sus clientes extranjeros.

En este artículo, vamos a desgranar por qué Inversa es una plataforma de financiación para exportar que puede ayudar a las empresas de la economía real a incrementar su volumen de negocio y, por ende, sus beneficios.

La importancia de las exportaciones en un mundo global

La balanza comercial es uno de los indicadores macroeconómicos más importantes de cualquier país. En un lado de esta balanza se encuentran las importaciones, es decir, los bienes y servicios que se adquieren en el extranjero. En el otro, las exportaciones, los productos que se venden a clientes de otros países.

Con el auge de la globalización y la mejora de la movilidad, las exportaciones también se han vuelto una cuestión central para todas las empresas. ¿Por qué?

Les permiten diversificar los mercados en los que operan, crear nuevas líneas de negocio y aumentar los ingresos y los beneficios.

Es tal la importancia de las exportaciones, que las mismas se encuentran en el corazón de la fundación de la Unión Europea, que comenzó siendo un mercado económico común para facilitar las exportaciones e importaciones entre los países miembros.

Vivimos en un mundo cada día más global, en el que un producto puede viajar en cuestión de horas desde Valladolid a Sydney. Y en el que es posible vender e instalar un software en segundos y a miles de kilómetros de distancia.

De ahí que las exportaciones estén adquiriendo tanta relevancia como las ventas en el mercado interno.

Es más, múltiples sectores productivos tradicionales, como el conservero, el textil o el vinícola dan cada día más preponderancia al mercado externo, distribuyendo sus productos por todo el mundo.

La digitalización ayuda a las empresas de la economía real a exportar

Tradicionalmente, se ha considerado que las exportaciones están al alcance, solo, de las grandes compañías y multinacionales. Pero esto no se corresponde con la realidad.

Una gran compañía de ropa puede contar con tiendas por todo el mundo, pero una pyme que diseña ropa sostenible, también puede comercializarla a través del canal digital y llegar a acuerdos con distribuidores y cadenas en diferentes países.

Gracias a los marketplaces, una persona que vive en Tokyo puede adquirir un producto elaborado en Sevilla. Páginas web, redes sociales, email, WhatsApp… Todos estos avances tecnológicos posibilitan que una pequeña empresa pueda hacer negocios en otros países y continentes.

La internacionalización no está solo al alcance de las grandes compañías, las pymes también pueden implementar una estrategia para conquistar nuevos mercados.

Para ello, no necesitan, solo, contar con productos de calidad o diseñar una estrategia comercial exitosa. Sino que también deben disponer de los recursos económicos necesarios para llevar a cabo el salto desde el mercado nacional al internacional. O, dicho de otra forma, tienen que obtener financiación para exportar sus productos.

Las oportunidades de negocio de un mercado de casi 8.000 millones de personas

La globalización ha hecho posible que cualquier empresa pueda abrirse a un mercado más amplio que el local o el nacional. Un mercado en el que hay 8.000 millones de personas y existen millones de empresas dispuestas a adquirir bienes y servicios que se ajusten a sus necesidades y demandas.

A nadie se le escapa que el mercado es cada vez más competitivo. Al igual que las empresas extranjeras pueden comercializar sus productos en nuestro país, las empresas de la economía real local también pueden dar el salto al extranjero.

Si echamos un ojo a nuestros hogares y empresas descubriremos que muchos de los productos y servicios que consumimos proceden del exterior. Para ser competitivas, las compañías locales también tienen que ser capaces de exportar lo que hacen y sacarle partido a todo lo que las hace especiales frente a las demás.

Las pymes necesitan financiación para exportar sus productos

Toda empresa necesita disponer de dinero a lo largo de su ciclo de vida. Ya sea para comenzar su actividad, hacer frente a los gastos, realizar inversiones o, como en este caso, emprender su internacionalización.

Diseñar e implementar una estrategia comercial a nivel internacional. Costear el transporte de los bienes y productos. Invertir para incrementar la producción… Todas estas cuestiones se pueden solventar con recursos económicos.

De ahí que la exportación deba ir acompañada de un aumento de la capacidad de financiación de la empresa. La financiación alternativa es la opción ideal para obtener financiación para exportar y complementar las vías de financiación tradicionales, como los servicios financieros de las entidades bancarias.

Además, a través del crowdfactoring y el crowdlending es posible obtener liquidez en el corto plazo, para, por ejemplo, afrontar un incremento de la demanda internacional por encima del esperado. O para realizar una inversión que permitirá al negocio crecer en otros mercados. Lo que demuestra la importancia de obtener financiación para exportar, tanto por las vías tradicionales, como a través de las plataformas de financiación alternativa.

Desde Ferrol hasta Shanghai. Crowdfactoring para facilitar la financiación para exportar

Inversa Invoice Market, una FinTech que nació en Ferrol, una pequeña ciudad del norte de España, ya ayuda, en la actualidad, a que otras empresas puedan llegar hasta Shanghai, la capital económica del gigante asiático. ¿Cómo lo hace?

A través de nuestra plataforma las empresas pueden obtener liquidez en el corto plazo para financiar su estrategia de internacionalización.

Pero el papel de Inversa va más allá. Puesto que esta liquidez se puede obtener mediante la financiación de facturas de clientes extranjeros.

Por ejemplo, si una empresa de Valencia provee de calzado hecho a mano a una cadena de zapaterías en China, puede financiar una factura que aún no ha cobrado para adelantar el pago de los productos.

De esta forma, podrá tener saneadas sus cuentas y disponer de circulante para consolidarse en el mercado chino o exportar a otros países sus productos de altísima calidad.

En este sentido, en el marketplace de Inversa ya se han financiado facturas de empresas de nuestros países vecinos, Portugal y Francia. Pero también de otros estados europeos, como Suiza o Alemania. E, incluso, de China. Desde el arsenal de Ferrol hasta la Gran Muralla china.

En definitiva, exportar nunca ha sido más sencillo. No solo por la globalización, la digitalización y la mejora de las comunicaciones y los transportes. Sino también por la aparición de proyectos tecnológicos y financieros innovadores como Inversa Invoice Market que ayudan a las empresas a obtener financiación para exportar sus productos y servicios.