¿Tiene problemas para cobrar el Kit Digital? Inversa puede ayudarle
Los retrasos a la hora de cobrar el Kit Digital han puesto en apuros a algunos agentes digitalizadores, pero los mecanismos de financiación alternativa pueden brindarles la liquidez que necesitan.
El Kit Digital ha supuesto el aterrizaje de miles de empresas españolas en el siglo XXI, abriéndoles la puerta a la incorporación de tecnologías punteras y al refuerzo de su presencia online. Detrás de esta hazaña se hallan los agentes digitalizadores: otros miles de compañías que ofrecen servicios de digitalización. No obstante, muchas de ellas todavía no han podido cobrar el Kit Digital.
Esta demora en los pagos encuentra su origen en la exigencia con la que se llevan a cabo los protocolos de justificación, que deben ser revisados con el fin de garantizar el cumplimiento de todos los aspectos antes de conceder esta ayuda. Al mismo tiempo, el gran volumen de Kits provoca una acumulación que no deja de aumentar los retrasos día tras día.
Todo esto puede suponer un verdadero escollo para muchas empresas, que no saben cuándo podrán cobrar el Kit Digital, enfrentándose a problemas de circulante.
Para intentar aliviar la carga de estas firmas se ha lanzado una línea de financiación: los créditos ICO. Sin embargo, estos no solo las obligan a asumir una serie de intereses y comisiones, sino que también consumen CIRBE, por lo que quedaría constancia de estas deudas.
Ahora bien, existen otras soluciones para disfrutar de liquidez mientras no se consigue cobrar el Kit Digital. Por ejemplo, los mecanismos de financiación alternativa. Y es que a través de plataformas como Inversa Invoice Market es posible obtener financiación de manera rápida sin consumir CIRBE ni enfrentarse a elevadas comisiones.
Pero antes de nada es primordial comprender en qué consisten realmente estas ayudas y cómo funcionan los plazos para cobrar el Kit Digital.
El Kit Digital, un impulso para modernizar a las pymes
La irrupción de la pandemia supuso un desastre económico de gran magnitud, desencadenando el cierre de miles de compañías. Fue, junto con la crisis sucedida en el 2008, uno de los golpes más duros al tejido empresarial de la historia reciente.
Esta situación de inestabilidad provocó que en Bruselas se aprobaran los fondos Next Generation, un ambicioso plan económico financiado por la Unión Europea que destinó más de 3.000 millones de euros para acelerar la recuperación tras la crisis sanitaria.
Este programa se articuló a través de una serie de subvenciones, y una de las más conocidas es el Kit Digital. Una iniciativa del Gobierno de España y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que, a través del programa Acelera pyme, tratan de darle un apoyo extra a las pymes y los autónomos.
Así, no solo se promueve la innovación y la implementación de las nuevas tecnologías en los negocios. También se favorece la modernización para mejorar la competitividad de las empresas españolas en un escenario tan cambiante y exigente como el actual, donde quedarse atrás puede suponer el fin de una organización.
Las firmas que se acogen a esta ayuda pueden contratar diferentes servicios, teniendo en cuenta que se ha determinado una cuota máxima de subvención para cada uno. Entre ellos, se hallan el comercio electrónico, la gestión de redes sociales, el sitio web y la presencia básica en internet, la factura electrónica, la gestión de clientes, el business intelligence y la analítica, la ciberseguridad, las herramientas de oficina virtual… Soluciones que, en definitiva, resultan prácticamente imprescindibles para tener éxito a día de hoy en el mundo empresarial y en las esferas digitales.
Toda clase de pequeñas empresas, microempresas y autónomos se pueden beneficiar del Kit Digital, sin importar su sector o actividad comercial. Son los beneficiarios de la ayuda, es decir, las compañías que tienen necesidad de digitalizarse y deciden implantar nuevas herramientas o afianzar su presencia en internet. Y, como tal, no tienen que devolver la subvención ni pagar absolutamente nada, excepto el IVA.
Pero en este profundo ejercicio de modernización hay otro jugador que desempeña un papel crucial: los agentes digitalizadores, que serán quienes puedan cobrar el Kit Digital. Empresas especializadas en las labores de digitalización, que se encargan de implementar las soluciones u ofrecer los servicios anteriormente mencionados. Son las proveedoras, y tienen que estar acreditadas como tal.
Cabe mencionar, por último, que cada solución solo puede llevarla a cabo un único agente, y que el criterio que rige actualmente para la concesión de las ayudas es cronológico: estas se reparten por orden de solicitud hasta que se acaba el presupuesto.
Los plazos de cobro del Kit Digital
Este programa de ayudas tiene una singularidad, que se pone de manifiesto cuando llega la hora de cobrar el Kit Digital. En este caso, es el agente digitalizador el que recibe el pago directamente a través de la plataforma red.es, evitando así la intermediación de las pymes, a las que jamás les llega esa cantidad.
No obstante, la transacción solo se hará efectiva una vez las autoridades competentes hayan revisado y aprobado la justificación de los servicios. Un documento cuya presentación recae en el agente digitalizador, que tendrá que incluirla en un formulario electrónico. Y, además, esta presentación de la documentación se divide en dos fases.
En el primer período, que tiene una duración de tres meses, se produce la implantación de la solución. Una vez finaliza y se emite la factura, los agentes disponen de tres meses para aportar la justificación. Cuando la han remitido, se produciría la primera parte del pago, que también se fracciona. En este momento, ya podrían disfrutar del 70 % del importe total, una cifra que desciende hasta el 40 % en el caso de las redes sociales.
Cuando concluye la primera fase también se inicia la segunda, que se prolongará durante los siguientes doce meses. A su finalización, los negocios tienen otros tres meses para presentar la justificación de las actividades llevadas a cabo durante ese período. Y, transcurrido este plazo y verificada la documentación, podrían cobrar el Kit Digital por completo, ya sea el 30 % o el 60 % restante.
Estos bonos se financian con fondos públicos, de ahí la importancia de cuidar con máxima precisión todos estos detalles, pues es la forma de asegurar que se hace un uso correcto del dinero. Sin embargo, en la vida real no se están cumpliendo los plazos anteriores. La Administración Pública sigue sus propios ritmos a la hora de revisar y validar las justificaciones, lo que dilata considerablemente los cobros.
Y este retraso puede poner contra las cuerdas a muchos agentes digitalizadores, que han adelantado un trabajo por el que todavía no han sido pagados.
Las organizaciones de mayor tamaño pueden soportarlo más fácilmente, pero entre los más de 10.000 agentes registrados hay muchas pequeñas empresas, que podrían enfrentarse a serios problemas de liquidez. Esto da pie a una situación crítica, y las obliga a buscar medios para solucionar sus problemas económicos mientras no se aprueba su justificación y no consiguen cobrar el Kit Digital.
Inversa, una forma alternativa de cobrar el Kit Digital
Para ayudar a las organizaciones a lidiar con esta situación, el Instituto Oficial de Crédito ha creado unas líneas de financiación: las líneas ICO. Sin embargo, para disfrutar de ellas es necesaria la intermediación de entidades de crédito como los bancos. Los negocios no solo tienen que asumir intereses y comisiones, sino que además estos créditos consumen CIRBE, quedando registrada la deuda.
Esto disuade a muchos empresarios de recurrir a esta alternativa, por lo que se ven obligados a buscar otras opciones para disponer de circulante mientras no logran cobrar el Kit Digital.
Y algunos eligen a Inversa Invoice Market, una plataforma de financiación alternativa en la que las compañías suben las facturas pendientes de pago. La amplia comunidad de inversores bucea constantemente en el marketplace y, si les convencen las condiciones de una, procederán a adelantarle ese importe, durante un período determinado y a cambio de un interés.
El funcionamiento es similar al de un préstamo. Pero, a diferencia de aquellos ofrecidos por las entidades bancarias convencionales, no solo no consume CIRBE, sino que las condiciones suelen ser más favorables, un verdadero atractivo para las organizaciones.
Es el caso, por ejemplo, de una empresa de la zona de Ferrolterra que actuó como agente digitalizador y que, como necesitaba un respiro a nivel financiero y todavía no había podido cobrar el Kit Digital, decidió subir la factura de la operación a Inversa.
Estas facturas entrañan un doble beneficio, ya que los inversores no solo están otorgándole liquidez a la compañía que sube la factura. Indirectamente, también contribuyen a la digitalización del tejido empresarial, tanto a nivel local como nacional.
Una solución rápida y eficaz al alcance de todas las empresas, que les abre la puerta a una extensa red de inversores y las ayuda a sortear las dificultades económicas mientras no consiguen cobrar el Kit Digital.