Qué es el crowdfactoring: definición, funcionamiento y ventajas

21/03/2023
Qué es el crowdfactoring: definición, funcionamiento y ventajas

Entender qué es el crowdfactoring les permite a los inversores ampliar el abanico de opciones en las que inyectar su capital para obtener un rendimiento

«Las grandes cosas en los negocios nunca están hechas por una sola persona, están hechas por un grupo de personas», aseguró Steve Jobs, una de las grandes mentes del siglo XX. El inversor y magnate empresarial no se equivocaba. Cuando las personas reman en sintonía, los resultados que consiguen son asombrosos. Aquellas que comparten este espíritu y, además, están interesadas en la inversión, deben conocer qué es el crowdfactoring.

Tradicionalmente, la inversión tenía un carácter más individual. Cada uno miraba por su bien, y apenas prestaba atención a las necesidades de los demás. A los inversores tan solo les interesaba la rentabilidad de los productos. Y las compañías se limitaban a acudir a las entidades bancarias, ignorando en muchas ocasiones el resto de opciones de financiación.

Pero las tornas están cambiando. Estamos en pleno auge de la inversión ética, la financiación alternativa y la economía social. En la actualidad, prima un modelo de inversión que no solo pone el foco en los aspectos económicos, sino que sitúa a las personas en el centro de la ecuación y tiene en cuenta los impactos de las operaciones en la sociedad y el medioambiente.

En este nuevo contexto, los ahorradores se apoyan los unos en los otros, uniendo fuerzas para alcanzar objetivos comunes. Y todos los que se alinean con esta mentalidad tienen que comprender qué es el crowdfactoring.

¿Qué es el crowdfactoring?

Este sistema de financiación alternativa se basa en una premisa muy simple: el adelantamiento de facturas. Las organizaciones con problemas de liquidez utilizan sus facturas pendientes de cobro para obtener financiación. Mediante un contrato de cesión, renuncian a los derechos de cobro a favor de los inversores, que les anticipan esa cantidad.

Sin embargo, los negocios no reciben el importe de forma íntegra. A la cifra original se le descuentan los intereses (el beneficio destinado para los particulares) y las comisiones (el porcentaje que obtienen las plataformas en las que se llevan a cabo estas operaciones).

Esto no significa que, en el pasado, las compañías no tratasen de cobrar sus facturas por adelantado. Algunas ya apostaban por estos métodos, pero en lugar de respaldarse en un conjunto de personas, optaban por solicitar la financiación en firmas privadas de factoring.

El paso de los años trajo consigo un incremento notable de la popularidad de los mecanismos de financiación colectiva. Y el factoring no fue una excepción.

Poco a poco, las empresas fueron descubriendo qué es el crowdfactoring y comenzaron a unirse a sus filas, sustituyendo a las entidades convencionales y sus burocráticos procesos por las agrupaciones de ahorradores.

De esta manera, para cubrir el importe total de la factura, los negocios ya no se sirven de un único actor, sino que aglutinan las aportaciones de un grupo de particulares. Y estos pueden multiplicar su capital a la vez que apoyan económicamente a las compañías de su entorno.

Las ventajas del crowdfactoring

Para entender a fondo qué es el crowdfactoring no basta con comprender su funcionamiento: es indispensable conocer todos los beneficios que entraña este mecanismo.

Uno de los principales atractivos de este sistema consiste en la posibilidad de recuperar el capital invertido en poco tiempo. El crowdfactoring trabaja en el corto plazo, por lo que las personas no tienen que esperar años para disfrutar de sus ganancias. Dependiendo de la plataforma y las condiciones de la operación, pueden recoger sus beneficios en uno, dos o hasta tres meses.

Esta es una modalidad muy accesible para toda clase de actores, puesto que se puede participar en ella con cantidades muy reducidas. Incluso con cincuenta euros. La inversión ya no está reservada para las grandes fortunas: los ahorradores más modestos que saben qué es el crowdfactoring pueden conseguir una buena rentabilidad con poco dinero. Es, por tanto, uno de los instrumentos de inversión más accesibles.

Además, las personas que deciden invertir en crowdfactoring aprovechan una oportunidad única para diversificar su cartera de inversiones y optimizar sus estrategias de inversión. Un movimiento decisivo para minimizar el riesgo al que se enfrentan. Si uno de los productos por los que ha apostado produce pérdidas, el impacto en su situación financiera no será tan considerable, puesto que los demás lo podrán amortiguar.

Esta estrategia de diversificación también resulta de gran utilidad para las propias organizaciones. Si amplían sus fuentes de crédito, mejorarán considerablemente su estabilidad económica, que ya no depende de una única entidad.

Por último, las compañías deben tener presente que la financiación obtenida a través del crowdfactoring no figura en CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España), una base de datos donde se registran las deudas de las empresas, por lo que el atractivo para ellas es todavía más elevado.

Este conjunto de beneficios provoca que cada vez más personas conozcan qué es el crowdfactoring y elijan dirigir su capital hacia este sistema, cuya popularidad no deja de crecer.

El crowdfactoring es un mecanismo de financiación alternativa basado en el adelantamiento de facturas

Crowdfactoring, ¿con o sin recurso?

No es suficiente con entender qué es el crowdfactoring. Para invertir sabiamente hay que estar al tanto de todas las modalidades, pues este no es un mecanismo cerrado. Hay dos tipos de crowdfactoring: con recurso y sin recurso. Y la diferencia no es nimia. En función del que se elija, el inversor puede gozar de protección o arriesgarse a perder su dinero.

La principal diferencia entre ambos reside en quién asume el riesgo de impago en caso de que el cliente de la firma no salde su deuda una vez finaliza el plazo de la operación. Si este riesgo recae en la propia organización, nos encontramos ante el crowdfactoring con recurso. En este caso, la compañía está obligada a devolverle el dinero a los particulares.

No obstante, en el crowdfactoring sin recurso, son los propios inversores los que tienen que reclamar la deuda al cliente, y la empresa está libre de responsabilidades. Este método brinda menos garantías para los ahorradores, que se hallan más desprotegidos.

Por esta razón, la mayoría de las plataformas promueven la opción de crowdfactoring con recurso, con el objetivo de incentivar la inversión.

Es importante tener presente que existen otras clases de crowdfactoring: con notificación o sin notificación (dependiendo de si el cliente es informado o no de la operación) y nacional o internacional (en función de si los actores envueltos forman parte o no del mismo país).

Pero es la primera categoría la que hay que tener realmente en cuenta antes de confirmar cualquier inversión. Las personas deben asegurarse de que están al tanto de las condiciones y de que son conscientes del riesgo que asumen, tratando de buscar todas las garantías posibles.

El funcionamiento de las plataformas de crowdfactoring

Como hemos visto anteriormente, las operaciones de crowdfactoring se llevan a cabo en plataformas de financiación alternativa. Estas firmas online sirven de punto de encuentro entre los ahorradores y las organizaciones, y les proporcionan a ambos un entorno en línea seguro en el que conocerse y cerrar los acuerdos.

Inversa Invoice Market es un ejemplo. En esta plataforma española ya han conseguido financiación más de 2.600 negocios, con más de 15 millones de euros invertidos en facturas, y una rentabilidad media del 6.97 %.

El funcionamiento de Inversa es sumamente sencillo. Para comenzar a invertir basta con poseer un dispositivo con conexión a internet y un mínimo de veinte euros. Tras registrarse en la plataforma, los inversores acceden a un mercado de facturas muy extenso, en busca de una compañía que se ajuste a sus necesidades y se alinee con sus valores.

Una vez la han encontrado y se confirma la operación, se le transfiere el dinero a la empresa, y el inversor recibirá al instante los intereses de la operación. Esta inmediatez en el reparto de los beneficios es una de las grandes ventajas de Inversa.

Durante el tiempo establecido, la organización disfruta del préstamo. Y cuando finaliza el plazo y el cliente abona la factura, se reembolsa la cantidad original a los particulares.

Gracias a este instrumento, los inversores pueden obtener una rentabilidad por sus ahorros al mismo tiempo que ayudan a los negocios a remediar sus problemas de liquidez. Y es que cualquiera que sepa qué es el crowdfactoring sabrá que el gran atractivo de este sistema es generar beneficios para ambas partes.


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