Qué es la economía de bajo contacto y cómo sacarle partido

El Covid-19, además de provocar una crisis sanitaria mundial que nos ha obligado a estar en confinados durante semanas, impulsó la economía de bajo contacto o “Low Touch Economy”. Son productos y servicios que nos ayudan a evitar riesgos en tiempos de pandemia, pero, sobre todo, a hacer nuestra vida diaria mucho más sencilla. Por eso mismo se quedarán con nosotros incluso cuando el virus solo sea un mal recuerdo. Este estilo de vida llegó para quedarse, y ya se está consolidando. El mundo pospandemia será una economía formada por nuevos hábitos y regulaciones, determinados por una interacción reducida y rigurosas normas de higiene.
En realidad, la pandemia ha acelerado una transformación que ya tenía una gran influencia en nuestra manera de relacionarnos: acciones habituales como la compra a distancia, los pagos a través de smartphones, la formación online y la firma digital gracias al blockchain son ejemplos de economía de bajo contacto que se utilizaban antes de la aparición del virus. De hecho, los servicios que ofrecemos en Inversa, tanto para inversores como para empresas, no requieren ningún tipo de contacto, y llevamos operando un par de años. Anteriormente se trataba de eliminar barreras físicas y facilitar la experiencia de los consumidores mediante plataformas intuitivas y accesibles. Ahora, las medidas sanitarias limitan las reuniones, los desplazamientos, los aforos… por lo que además hay que minimizar el contacto en superficies comunes para evitar contagios y lograr la comodidad de los clientes.
En este nuevo contexto muchas compañías, sin importar su tamaño, se han visto obligadas a cambiar su modelo de negocio para adaptarlo a la «nueva normalidad» y a los nuevos hábitos de los consumidores. Este nuevo modelo es una oportunidad en medio de la incertidumbre y ha demostrado que aún se puede emprender a pesar de que las prioridades hayan cambiado. De hecho, situaciones así son las que fomentan la creatividad, generando así productos y servicios innovadores como los autocines, las visitas virtuales a museos o las plataformas de reuniones en línea. Evitan la aglomeración de personas y tener que tocar superficies comunes, pero también eliminan barreras físicas al tiempo que generan negocio.
De acuerdo con Board of Innovation, firma que acuñó el término, pasarán bastantes meses para volver a la normalidad, por lo que no podemos esperar a que pase el tiempo. Es importante actuar cuanto antes, elaborando estrategias a medio y largo plazo, para mantenernos a flote ante la crisis sanitaria.
Recomiendan estar atentos a los nuevos hábitos de comportamiento, ya que con ellos surgen nuevas necesidades. La supervivencia de muchas empresas depende en gran medida de su capacidad para adaptarse a los cambios y de encontrar nuevas oportunidades de negocio. Las industrias que se adapten más rápido son las que tienen éxito, especialmente aquellas que apuestan por la innovación. Si bien existen los recursos digitales para transitar a una low-touch economy, nos enfrentamos a un enorme reto: ponernos al día en la modernización digital que hemos dejado de lado. Una tendencia natural es la reducción del tamaño total de las oficinas, restaurantes y de la infraestructura, al mismo tiempo que las casas están más adaptadas para el teletrabajo. El dinero ahorrado al prescindir de la oficina y otras infraestructuras, se puede invertir en transformación digital y así ponerse al día con las nuevas necesidades de los clientes.

En este contexto, los gobiernos, empresas e, incluso, centros religiosos, que mejor se han adaptado a la nueva realidad son aquellos que ya habían comenzado su transición digital. Negocios nativos digitales, sin sucursal física, que permiten al consumidor satisfacer sus necesidades sin salir de casa o entrar en contacto con otra persona, han sido los triunfadores indiscutibles. Un gran ejemplo es el de Netflix, que desde hace un par de años se posicionó como una amenaza para el cine tradicional. Como resultado, mientras la industria del cine se ha visto paralizada casi en su totalidad frente a la crisis, Netflix ha seguido creciendo.
Pero enfoquémonos en el ahora para impulsarnos hacia el futuro y salir triunfadores, o al menos con el menor daño posible, de esta pandemia. Al no poder ver a tus clientes físicamente, supone más esfuerzo ofrecer el mismo nivel de confianza y comprensión.
Recomendaciones básicas
- Continuar en contacto con los clientes mediante eventos digitales en streaming, chatbots, webinars, newsletters y hasta la antigua correspondencia por correo. Existe una variedad de herramientas gratuitas con las que trabajar, como puede ser Zoom, Twitch, YouTube, vídeos en directo en Facebook o Instagram… etc.
- El marketing digital ofrece multitud de opciones, como puede ser las redes sociales y el email marketing. Así se continua la cercanía con nuestros usuarios, ya sea para comunicar nuestras acciones o para vender/promocionar productos.
- Venta a través de tiendas online.
- Uso de la realidad virtual o aumentada para demostrar las características de los productos sin necesidad de verlos presencialmente.
- … etc.
Como podemos ver, existen infinidad de oportunidades dentro de la Low Touch Economy. Y sí, existe un reajuste forzado de nuestra sociedad, pero es la oportunidad perfecta para explorar nuevas áreas de crecimiento e innovación. En tan solo unos meses, el mundo adoptó rápidamente una serie de nuevos hábitos, demostrando que somos completamente adaptables ante nuevas adversidades.
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