Ajustar velas para poder seguir navegando.
“El pesimista se queja del viento. El optimista espera que cambie. El realista ajusta las velas” William George Ward.
En medio de la tempestad a veces las velas no resisten y hay que replegarlas y a veces ésta es tan virulenta que es necesario recurrir a medidas extraordinarias que eviten que el barco se hunda en espera de que la situación se normalice. Pero qué pasa cuando tras la fuerte tempestad nos encontramos una nueva realidad con nuevos vientos que afrontar. Sólo queda una alternativa para seguir navegando; toca ajustar las velas, reinventarse y adaptarse.
En paralelo a las fases que ha ido elaborando el Gobierno hemos ido pasando por otras "fases psicológicas" que nos han llevado:
-Del shock inicial
-A un segundo período de Asimilación de la realidad.
-Un tercero de Subsistencia donde todos los esfuerzos iban enfocados a resistir.
-Y ahora ya a una cuarta fase de Reinvención.
Y en ésta las Pymes y Autónomos nos están dando un ejemplo de lucha, imaginación y resistencia que los convierte en otros héroes de la situación actual.
Son muchos los ejemplos que estamos viendo a diario; así se ha ido implantando el teletrabajo, la formación online, servicios de comida, de peluquería o canguros a domicilio, reorientación de la producción para fabricar material sanitario, alquiler de locales de restauración para amigos o familias buscando darles una nueva vida etc.
En Inversa vivimos de cerca todo este esfuerzo y somos testigos de otro ajuste fundamental, el financiero. Si tener las finanzas saneadas es recomendable en cualquier contexto en momentos de crisis como el actual requiere un esfuerzo extra, vital para la supervivencia de los negocios. Todos los instrumentos que sirvan para aportar liquidez al tejido empresarial tendrán un papel fundamental en el escenario de recuperación y reinvención.
Observamos también un ajuste en la forma de invertir los ahorros; por un lado, la alta volatilidad hace que nos volvamos más cautos, y por otro, cada vez se valora más la inversión sostenible, la que contribuye al crecimiento de la economía real.
Pero más allá de todas estas iniciativas y de nuevas herramientas y en paralelo a todas ellas empieza un debate de un calado más profundo para abordar la reconstrucción como País. La cuestión es decidir qué modelo de país queremos y qué debemos cambiar para lograrlo porque el apoyo de las instituciones públicas tiene que acompañar a los ciudadanos, si éstos tienen la capacidad de reinventarse, las políticas tienen que ir encaminadas a poner las bases regulatorias, financieras, formativas etc que propicien el cambio
Y por encima de las naciones toca enfrentarse a un ajuste de velas global que implica compromiso y coordinación en el camino a seguir. El enemigo quizás por primera vez es el mismo para TODOS.
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Un virus ha puesto de manifiesto nuestras debilidades pero también nuestras fortalezas y nos obliga a plantearnos nuevos retos cara al futuro. En Inversa vemos esos retos como nuevas oportunidades de cambio global hacia otros valores y otros modelos económicos.
En nuestras manos está ajustar las velas para que el barco global en el que navegamos todos marque un nuevo rumbo.