La inflación del estilo de vida

La inflación del estilo de vida o lifestyle inflation se produce cuando aumenta el nivel de ingresos pero también aumenta el de gastos, es decir, seguimos ahorrando lo mismo o menos que antes de aumentar nuestros ingresos. Es decir, estaríamos viviendo por encima de nuestras posibilidades.
¿Cómo saber si me está pasando a mí?
Lo normal es pensar que a nosotros esto no nos pasaría, incluso decir que si nos tocase la lotería no vamos a derrochar y no cambiaremos nuestro estilo de vida. Lo cierto es que los expertos señalan que la clave está en que lo que antes se ve como inalcanzable o innecesario, se acaba convirtiendo en indispensable. Es muy fácil decir que no nos pasará, pero difícil cumplirlo a la hora de la verdad.
El hecho de aumentar los ingresos normalmente va de la mano con darse algún gusto, que poco a poco se va normalizando y deja de ser un capricho para convertirse en imprescindible. Por ejemplo: salir a comer fuera con más frecuencia de la habitual, irse de viaje, comprar un coche mejor o mudarse de casa. De repente un día te das cuenta de que dejan de importarte los precios de un supermercado si te queda al lado de casa, tomas varios cafés al día fuera, no aprovechas las rebajas para comprar ropa…, cuando antes de esa subida de sueldo esa mentalidad estaba muy lejos de la tuya. Es casi imperceptible, ya que el incremento de gastos suele ser gradual, pero son esos detalles los que nos ayudan a analizar si hemos caído en las redes de la inflación del estilo de vida. Si aumenta nuestro nivel de ingresos, pero también lo hace el nivel de gastos, deberíamos de actuar lo antes posible y replantear el nivel de ahorro reduciendo gastos innecesarios.
El incremento de los gastos y su efecto en la jubilación
La inflación del estilo de vida cobra especial relevancia cuando tenemos una estrategia de ahorro o inversión cara a la jubilación: si no adaptamos la nueva situación económica a dicha estrategia, tenemos un problema. Estaríamos destinando dinero que nos sobra a pasivos, pudiendo hacer crecer nuestro patrimonio. Si queremos conseguir la libertad financiera, sea al nivel que sea, su relevancia será muchísimo mayor.
Teniendo en cuenta la incertidumbre actual en el sistema público de pensiones, deberíamos ser conservadores y no contar con dicha pensión en nuestros planes de jubilación, sobre todo los más jóvenes. Asumiendo la ausencia de una pensión del estado, y por lo tanto de una edad específica de jubilación, se estima que para mantener el mismo nivel de vida que anteriormente, se necesita tener ahorrado 25 veces la cantidad de tus gastos anuales.
¿Qué medidas debería de tomar para no caer en la inflación del estilo de vida?
- Lleva un balance anual de ahorros y gastos y analízalo con frecuencia, teniendo en cuenta la inflación y los incrementos salariales.
- Sigue un plan de ahorro disciplinadamente: puedes elaborar uno propio o utilizar metodologías conocidas, como puede ser el método Kakebo.
- Analiza posibles cambios de rutinas y su efecto en el gasto.
- Acuérdate de cuando eras estudiante o te acababas de independizar y lo feliz que eras con muy poco. Seguro que muchos de los gastos que tienes ahora se pueden optimizar, o incluso sobran. Esto no quiere decir que te vuelvas una persona tacaña, si no que conviene que analices si tus gastos son razonables. Hay gastos que son prescindibles (más de los que pensabas) y otros que son necesarios. Un capricho de vez en cuando se lo merece todo el mundo e influye positivamente en la motivación.
- Busca experiencias antes que cosas materiales: la felicidad que te aportará será mucho mayor. Podríamos decir que son inversiones antes que una compra o gasto. Compara el coste de oportunidad que supone para ti.
- No te compares con los demás. Da igual lo que haga tu entorno, que sus hábitos financieros no sean saludables no implica que tengan que ser igual los tuyos.
¿Qué hacer ante un aumento en mis ingresos?
Los expertos recomiendan no gastar más de la mitad del aumento de ingresos para evitar que afecte a tu plan financiero para el futuro. Cuanta más alta sea la tasa de ahorro inicial, mayor proporción del incremento de ingresos deberías de ahorrar.
Dicho así, sin procesar, parece que no tiene mucho sentido, pero vamos a analizarlo detalladamente. Una persona que ahorra menos que otra con los mismos ingresos, gasta más, lógicamente. Si tras la subida de ingresos, las dos personas deciden gastar el mismo porcentaje del aumento, le afectará mucho más porcentualmente a la persona ahorradora que a la que no lo es. Aunque gasten el mismo porcentaje del incremento, el porcentaje del nivel de gasto aumenta mucho más en la ahorradora. ¿Entiendes ahora la importancia del incremento del gasto anual?