6 claves para invertir en factoring

02/03/2023
6 claves para invertir en factoring

Todo comienza con una factura. Un documento que se entrega a los compradores de un producto o a los clientes de un servicio, y que resume la información de la transacción comercial. Pero este escrito también puede otorgar rentabilidad a los ahorradores, que deciden invertir en factoring para aumentar su capital.

El funcionamiento de este método es similar al resto de sistemas: las personas siembran, con la intención de, en un futuro, cosechar. Sacrifican una pequeña parte de su fortuna, que recuperarán más adelante, y que vendrá acompañada de una ganancia. No obstante, la financiación de facturas no es una alternativa convencional.

Al contrario. El factoring conlleva una serie de características que lo diferencian del resto de opciones y lo hacen más atractivo para un determinado perfil de inversor. Pero, ¿qué es imprescindible saber antes de invertir en factoring?

1. Qué es el factoring

Invertir en factoring sin comprender profundamente su funcionamiento sería una imprudencia. A fin de cuentas, son los ahorros de las personas los que están en juego, por lo que es fundamental saber en qué se está invirtiendo.

En pocas palabras, el factoring es un sistema mediante el cual las empresas ceden a los inversores los derechos de cobro de las facturas que emiten a sus clientes. Estos les adelantan este importe y, en contraprestación, las compañías los recompensan con un pequeño interés, que variará según la cantidad invertida, la fecha de vencimiento y el riesgo asociado a la operación.

A través de este método, las organizaciones con problemas de liquidez pueden disponer fácilmente de dinero para afrontar sus deudas. Si tuviesen que esperar a que el cliente les abonase la factura, podrían enfrentarse a problemas económicos muy severos. Por esta razón, prefieren sacrificar un porcentaje a cambio de recibir antes el dinero.

Además, el factoring les ayuda a diversificar sus fuentes de crédito, sin depender exclusivamente de las entidades bancarias.

La mayoría de estas operaciones se llevan a cabo mediante plataformas online. Esto convierte al factoring en un sistema muy accesible, tanto para los negocios como para los inversores. El amplio mercado de facturas desarrollado por Inversa Invoice Market es un ejemplo de ello.

Durante los últimos años ha proliferado la creación de firmas dedicadas a la prestación de estos servicios, que aportan el capital de forma íntegra y ofrecen condiciones muy jugosas para las empresas. Incluso los propios bancos se han adaptado a este nuevo escenario. Sin embargo, como veremos a continuación, recurrir a las personas entraña más beneficios.

2. De la mano, mejor: el auge del crowdfactoring

Unir fuerzas siempre da buenos resultados. Sobre todo, cuando el objetivo es invertir en factoring.

Por esta razón, ha surgido una modalidad de factoring con un fuerte carácter descentralizador: el crowdfactoring. Ya no es una sola persona o una firma la que monopoliza la inversión, sino que se unen las aportaciones de diversos ahorradores que colaboran a nivel individual con la cantidad que consideran más oportuna.

El crowdfactoring presenta múltiples ventajas con respecto a la fórmula original. Para comenzar, los negocios pueden diversificar todavía más sus fuentes de crédito. Si uno de los inversores le retira su apoyo, se podrá seguir apoyando en el resto. Por la contra, si tan solo depende de un inversor, estará prácticamente a su merced.

Además, la accesibilidad del crowdfactoring es formidable, pues abre la puerta a los pequeños ahorradores que quieren invertir en factoring con volúmenes de dinero menos significativos. Gracias a este método, pueden ser partícipes de la inversión, ya que se juntan entre varios para alcanzar la cantidad demandada por la empresa.

3. Un alto grado de flexibilidad, rentabilidad y sencillez

Las personas que deciden invertir en factoring gozan de muchas facilidades para determinar y negociar los términos de la operación. Y, si estos no satisfacen sus requisitos, pueden buscar a otra compañía que se adapte mejor a sus condiciones. No es un método rígido, sino que se acomoda a las necesidades de ambas partes con flexibilidad y se adapta a toda clase de estrategias de inversión.

En general, es una fórmula que trabaja en el corto plazo. Y, del mismo modo que la organización obtiene liquidez de manera rápida, el ahorrador tampoco tarda en recolectar sus beneficios. Algunas operaciones concluyen a las pocas semanas. Otras, a los pocos meses.

Sea como fuere, el inversor no tiene que esperar años hasta cosechar lo sembrado. Y, si desea obtener más ganancias, puede optar por opciones con un nivel de riesgo más elevado, pues suelen ofrecer más rentabilidad para incentivar la inversión. Todo está a gusto del consumidor.

Prácticamente todas estas operaciones se llevan a cabo de forma online, y tienen lugar en plataformas de financiación alternativa como Inversa Invoice Market. Una alternativa creada en España y basada en la transparencia, la agilidad y la sencillez. Con Inversa, aquellos que desean iniciarse en este mundo tan solo necesitan un dispositivo con conexión a internet y veinte euros.

Es posible comenzar a invertir en factoring con cantidades de dinero poco significativas

4. La huella de la inversión ética al invertir en factoring

¿Qué diferencia a las plataformas como Inversa del resto de actores del mercado? Muchas de las nuevas firmas se aseguran de incorporar el componente ético en todas sus actividades. En esta línea, priorizan y ponen en valor a aquellos proyectos que tratan de mejorar su entorno, tanto a nivel social como medioambiental.

Los ahorradores que comparten estos valores encontrarán en el crowdfactoring un sistema que les producirá gran satisfacción, pues no solo recibirán un beneficio económico. Al mismo tiempo, serán los responsables de la generación de un impacto positivo en el planeta o en la sociedad, y comprobarán en primera persona cómo se multiplica el valor de su dinero al invertir en factoring.

De este modo, se convierten en palancas de la prosperidad y el progreso en sus comunidades. En lugar de engordar a las grandes multinacionales, que ponen el foco en los aspectos más lucrativos, impulsan a las personas reales.

Con la inversión ética, ayudan a sus familiares, amigos y vecinos a lanzar sus proyectos, y son los responsables de que los negocios locales puedan continuar abiertos.

5. Qué tipos de factoring existen

Para invertir en factoring sabiamente es primordial comprender que este no es un sistema rígido. No existe una única clase de factoring. En función de quién asume el riesgo de impago, del alcance de la operación y de qué partes son conscientes de ella, podemos diferenciar diversos tipos.

Supongamos que llega la fecha de vencimiento y el cliente de la compañía no ha abonado la factura. ¿Quién se hace cargo de esa deuda? En el factoring con recurso, la empresa asume ese retraso, y debe devolverle el dinero al ahorrador. En el factoring sin recurso, el inversor no le podrá reclamar al negocio la subsanación de la deuda, y tiene que reclamársela directamente al cliente.

Por otra parte, cuando se formaliza la operación de factoring, el cesionario y el cedente pueden informar o no al cliente de la compañía. En el primer supuesto, estaríamos ante el factoring con notificación. Si el cliente no es consciente, se trataría de factoring sin notificación.

Por último, cabe destacar que en el factoring nacional todos los actores que participan en la operación forman parte del mismo país, mientras que si el acuerdo traspasa fronteras se considera factoring internacional.

6. Elegir el momento idóneo para invertir en factoring

En la última década ha crecido de manera muy considerable el número de personas que huyen de las entidades financieras convencionales. Los motivos son muy diversos: la pérdida de confianza en los bancos, la búsqueda de mejores condiciones, el deseo de diversificar la cartera de inversiones…

No obstante, antes de invertir en factoring hay que ser conscientes de todos los riesgos. Hay momentos, por ejemplo, en los que la coyuntura económica es más favorable para algunos tipos de empresas. Además, el ahorrador no debe invertir por encima de sus posibilidades, ya que su propia estabilidad económica podría estar en juego.

Mientras que en el pasado todavía existían ciertos recelos con respecto a invertir en factoring o en crowdlending, este tipo de sistemas ya son ampliamente aceptados por la comunidad financiera. A día de hoy, tanto los mileuristas como los directivos de las multinacionales apuestan por financiar facturas.

Todo el mundo tiene un espacio dentro del factoring.


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