La psicología y las emociones desempeñan un papel muy importante a la hora de invertir. De hecho, hay quien afirma que la inversión bursátil es un 90% psicología y un 10% conocimientos. Cuando hay dinero por medio, los seres humanos muchas veces nos volvemos irracionales, y si el dinero es nuestro aún más. Es decir, dejamos de razonar y actuamos por impulsos. Veámoslo con un ejemplo:
- Cuando se pierde bastante dinero en una inversión, probablemente la próxima vez esa persona invierta menos.
- Si apuestas algo y ganas, lo más probable es que la siguiente vez apostarás con menor prudencia porque tienes la sensación de que el dinero ganado en la anterior apuesta no es tuyo aún.
En el proceso de toma de decisiones intervienen dos factores:
Aunque tengas tus inversiones planificadas detalladamente gracias a la capacidad analítica, si dejas que te controlen las emociones, va a ser complicado seguir el plan. Por eso, si queremos invertir y conseguir buenos resultados, es primordial aprender a controlar nuestros sentimientos. Pero, ¿qué emociones suelen aparecer a la hora de invertir?
Estas emociones se intensifican sobre todo invirtiendo en productos de riesgo alto, sobre todo cuando se acortan los plazos. Para evitar estas emociones es importante realizar una buena planificación y seguirla a rajatabla. Otra buena opción es automatizar. Puedes programar transferencias periódicas a tu plataforma de inversión para no gastar el dinero que tenías pensado invertir en cosas innecesarias.
A la hora de tomar decisiones financieras, es fundamental la educación financiera desde edades tempranas y a lo largo de la vida. En el proceso de inversión intervienen hasta 128 sesgos cognitivos que llevan a cometer errores, por lo que es importante que cada inversor identifique los que más le afectan para evitarlos. Los sesgos que más afectan a los inversores españoles son los de exceso de confianza y la aversión al riesgo. Una formación adecuada unida a la experiencia es esencial para mitigar dichos sesgos, pero quizás te sirvan estas pautas a seguir:
Esperamos que con este artículo seáis más conscientes del papel que juegan las emociones a la hora de invertir, para así aprender a gestionarlas mejor y obtener mejores resultados en tus inversiones.
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